Para ellos durante siglos en nuestra milenaria Nación sólo hubo 'árabes'.
Memoria proscrita. Enterrada. No, según han decretado los servidores a sueldo de los amos centralistas, los andaluces nunca poseímos en nuestra tierra una administración propia. Para acrítico consumo de sus mercenarios docentes en su Colonia-'sur', los bendecidos cronicones de los súbditos triperos, sus siervos, han promulgado nuestra única identidad posible: ser parias satisfechos, agradecidos y ennortados.
¡Qué hermoso jubileo continuo a golpe de cruzadas de los papas Inocencio III, exterminador de los cristianos cátaros en el siglo XIII primero, y siglos después el respaldo asesino del imperialista e incestuoso Alejandro VI Borgia, fumigador de sefardíes tras el Edicto de Granada de 1492! Por ello nombró 'católicas majestades' a Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, ampliando la dotación de la policía religiosa integrista a su servicio, la Inquisición, para garantizar la sumisión de los andalusíes del Reino de Granada conquistado. Sin reparar en estafas de Capitulaciones traicionadas, en maquiavélicas políticas para incitar sediciones, y enfrentarnos a unos andaluces contra otros. Tóxicas secuelas que aún hoy no hemos superado.
Para ellos durante siglos en nuestra milenaria Nación sólo hubo 'árabes'. Como si los investigadores del mañana dedujesen que al adoptar personas los nombres de Jenifer o Nadia, por ello se transforman en anglosajones o rusos, sirviéndoles esa patraña para extranjerizarnos y demonizarnos.
Todos los pueblos tienen derecho a conocer su verdadera historia, por muchos claroscuros que tenga, menos los andaluces. En la francesa ciudad de Nantes, en la desembocadura del Loira, una de las capitales mundiales del comercio de esclavos, se ha creado un Centro de Interpretación para reconciliarse con su atroz pasado, pidiendo oficiales disculpas a los países del África negra donde capturaban su humana mercancía. Ahora millares de turistas visitan el lugar. En el actual Perú, en Lima, la capital del antiguo virreinato en América, se dedica un museo para dar a conocer instrumentos de tortura y terribles procedimientos del 'santo oficio' de tinieblas, con nutrida afluencia de visitantes. Hasta los orgullosos alemanes, en una enorme alegoría monumental en el centro de Berlín conmemoran el Holocausto, perpetrado por ellos mismos, y así reconciliarse los germanos con aquel monstruoso pasado.
Nada de eso veréis en la actual Andalucía. Aquí solo caben criminales reconocimientos a los verdugos expoliadores. El conjunto escultórico en La Carolina, Jaén, conmemora el desastre de las Navas de Tolosa. El terrorismo enaltecedor de la mal llamada 'reconquista' celebra el pasacalles vergonzoso del almeriense Día del Pendón. El igualmente bochornoso 2 de enero en Granada se ha convertido en lugar de peregrinación para clericalfascistas locales y foráneos. No sin razón el turismo europeo, si presencia por casualidad estas muestras de barbarie, reconoce en Andalucía el máximo exponente del frikismo universal.
La 'damnatio memoriae', la condena de la memoria al estilo de las decretadas por los viejos tiranos romanos a los vencidos, aún no ha sido abolida. ¡Qué feliz año nuevo castellano! Los nuevos reyes Fernando e Isabel nos llevan tres regalos a elegir, tras despojarnos de toda dignidad, junto con el oro, incienso y mirra de nuestros recursos naturales. Tres prósperos partidos de aniquilación, de iniquidad, de muerte, para que en la Colonia los disfrutemos de modo permanente, previa lobotomización por los media, y sus perrunos magisterios de la infamia. Trinidad del Horror de siempre: asimilación, exilio o genocidio.
Andalucía a 29 de diciembre de 2.015
Al-Hakam Morilla Rodriguez
Presidente de la Mesa Nacional de LIBERACION ANDALUZA
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