De disputas y primarias
He observado que desde que PODEMOS comenzó con su proceso de primarias, no sólo para elegir Secretaría General, sino también, y no menos importante, yo diría que más, los principios éticos, políticos y organizativos que les regirán durante el período entre Congresos de este nuevo partido, los medios informativos nacionales sólo muestran lo que dijo “Fulano” de “Mengano” y “Sutano” de “Melano”. Me llama la atención que en otros países europeos, y en Estados Unidos, que tienen una larga tradición en primarias de los partidos democráticos no se arma tanto revuelo con estos procesos.
En estos países se celebran incluso debates entre las distintas candidaturas que hacen campañas, a veces muy duras, unos contra otros para convencer a sus afiliados y afiliadas con derecho a participar, de que elijan sus posiciones en detrimento de las otras posibles. Los medios no se escandalizan de estos procesos, ni es noticia de primera plana, ni argumentan que estos partidos se están rompiendo o fragmentando, sino que es un procedimiento normalizado.
Estas “curiosidades” demuestran que la democracia española no está acostumbrada al debate abierto y enfrentado de ideas que, persiguiendo los mismos objetivos partidistas, pretenden elegir las orientaciones que tomarán en su desempeño parlamentario y con vistas a unas futuras elecciones. Nadie en esos países considera un escándalo el debate y la confrontación de posiciones. De hecho, cuando se acaban las primarias y se deciden los representantes del partido y las líneas a seguir, todo el mundo se felicita y comienzan a trabajar codo con codo con un objetivo común: gobernar el país consiguiendo el apoyo de la mayoría de la población.
Creo que PODEMOS no ha sabido presentar esta visión del debate de primarias como un acto de democracias mucho más enraizadas y avanzadas que la nuestra y se ha dejado engullir por la vorágine informativa, sin saber contrarrestar el efecto “pelea de gallos” que nos han transmitido a la población. Seguramente de forma muy interesada, pues los partidos tradicionales españoles no tienen costumbre de hacer unas primarias libres y que no hayan estado muy encorsetadas y dirigidas, quedando en un simple paripé; eso los que hacen primarias, que algunos ni saben para qué sirven y aplican aquello de que “el que se mueve, no sale en la foto”.
Sólo expreso en este artículo que el proceso de primarias abiertas y transparentes llevado a cabo por PODEMOS no es un escándalo, ni una ruptura o una debacle en el partido, sino un ejercicio de madurez democrática que debería ser seguido por el resto de partidos, al igual que se hace en el resto de democracias europeas y americanas y sólo les ha faltado un debate abierto entre las distintas posiciones, que sí existió en el proceso de PODEMOS ANDALUCÍA en la televisión y en la radio. Por cierto, PODEMOS ANDALUCIA no se ha roto ni desparecido a raíz de sus primarias.
Fdo.: Manuel Comesaña Romero
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