"Lo siento, pero los conozco: Cuanto más me venden el cuento de hadas del PSOE tomado por los militantes contra la cúpula, menos me lo creo." Twitter Eterno Primavera
Cuando se presume de transparencia no debería importar que se televise el recuento electoral en Ferraz. Observadores independiente supervisarían entonces el ordenador central de la sede para evitar manipulaciones en el código fuente informático. Es decir, justo lo contrario de las precauciones que jamás toma el PP con INDRA y su 'hermano' Abril-Matorell junior.
Tales formalidades no han sucedido. Como la Separación de Poderes, la sedicente democracia sigue embargada en el armario de la sacristía. Así que los cantos de sirena con disfraz de Montesquieu, versión cañí, puede comprarlos su abuela de saldo. Ni los periodistas más subvencionados del régimen tardofranquista consiguen dar verosimilitud a la farsa pirotécnica.
La magnitud de la derrota real de Susana Díaz podría deducirse por tanto mucho más abultada de lo que aparenta el resultado, como las encuestas anunciaron. Sin embargo, contra todo pronóstico suma un empate técnico junto con su muleta Patxi López, algo que deja a Pedro Sánchez amarrado de pies y manos en el Comité Federal, sin mayoría absoluta
clara y contundente, aunque se vuelva a presentar de mascarón de proa. Dependiendo de su supuesto respaldo elegirán las camarillas a sus leales, desfondándose un revalidado Secretario General huero. Se queda otra vez el guaperas de Tetuán con traje de novio pero sin derecho
a polvo. Un viaje hacia ninguna parte en un partido inmovilista que hace aguas por todas partes. Una burda operación cosmética.
'La ganaora', como no podía ser de otra forma dada su pretenciosa mediocridad, retorna a Andalucía con intención
de bunkerizarse. Ahora ya nadie podrá discutir que sólo podrá dedicarse a la que denomina 'su tierra', cuando todos sabemos que es más estatalista que un tricornio. Las violetas imperiales españolistas en el Susanato dan paso a los clavelitos coloniales para los parias de siempre. La mendaz 'unidad del partido' centralista da un giro de 360º, hacia el mismo sitio, en la mohosa pantomima con los rancios barones. Intentará salvar el tipo la llamada popularmente Gusana, buscando relativizar ésta una sangría de votos imparable: los peores resultados electorales cosechados
de su partido en las últimas Autonómicas de su circo cortijero, al que le crecen por su inepcia los enanos.
Queda un premio de consolación. Lo mejor de la reaparición triunfal del monigote colorado del IBEX y el Vaticano, Sánchez: el harakiri del arrogante Judas Hernando. Si
bien sabe a poco que su bufón y el del Susanato sentado a su siniestra, el fabulador Heredia, no parta raudo a su lugar natural en el Hemiciclo, el gallinero.
Pero a estas alturas del curso para fingirse un partido de izquierdas hace falta mucho más que el resucitado Sánchez
levantando el puñito sobre su almidonada camisita blanca, o que los militantes canten la Internacional con mucha menos convicción que tragaderas. Porque este Pedro Sánchez es el mismo que firmó con Rajoy otra vuelta de tuerca a las políticas represivas, con la película islamófoba de la nueva 'ley antiterrorista'. Idéntico al que se acostó políticamente con Falangito Rivera -exempleado del supernumerario directivo de la Caixa Fainé-, pactando con la marca blanca pepera la perpetuación de la condena a la criminal pauperización de los trabajadores, con la esperanza vana de que los del Coletas hiciesen de comparsa.
Mariano puede encenderse un puro sin inmutarse. Y hasta celebrarlo. Ahorrándose todo ese teatro pluralista, a sus fieles les bastan candidatos únicos para proclamar órganos de gobierno de su formación. Todo se lo embucha su masocón voto del social-geriátrico, al que ni siquiera importa la dilapidación de su antaño sagrada Hucha de pensiones. El padre fundador, Fraga, y su 'madre' Escrivá de Balaguer, estarían satisfechos.
En la cuerda de presos de la cada vez más podrida Estaca todo sigue 'atado y bien atado'.
Al-Hakam Morilla Rodríguez, coordinador de Liberación Andaluza