Nuestro Equipo de Desgobierno, que según sus estatutos se consideran aconfesionales y laicos, tienen que comprender que decidir la instalación de un mamotreto en un espacio público, que es de todos y una de las pocas zonas verdes que aún quedaban a la entrada de Bajo de Guía, demandaría lógicamente una convocatoria pública para responder de una forma eficiente a una responsabilidad artística, lo que habría podido llevarnos a visionar las propuestas artísticas de otros escultores que podrían enriquecer nuestro patrimonio cultural.

Es muy deplorable que en nuestro pueblo todo se haga a salto de mata, la participación del ciudadano de a pie brilla por su ausencia y tenemos en definitiva que plegarnos a estos grupos de salva patrias que lo único que saben hacer es crear grupos de presión versus bares.

Es deplorable que en el campo del arte señores que desconocen el área ya que me parece a mí que no conozco a ningún Licenciado en Bellas Artes haya plasmado su cara en uno los muñecos que soportarán semejante adefesio. Ojo al dato y espero que no sea cierto el rumor que corre que unos de los muñecos representan a un miembro del Equipo de Desgobierno, ojo al dato que es un rumor y espero que no sea cierto. Para mi es deplorable porque se ha tomado una decisión apresurada, absurda y sin ningún tipo de consenso que como en la guerra dañara el espacio público de forma irremediable.

No entiendo como se puede venir con la idea de un “mamotreto moralista” que deja a un lado todos los principios que deberíamos de tener en cuenta a la hora de instalar una escultura y digo escultura,  no adefesio, coherente con un lugar tan emblemático como es la entrad a Bajo de Guía. Quizás algo más simple hubiera sido un buen consejero.

Este mamotreto mantendrá un complejo de identidad que no se tiene nada claro y que se interpreta peligrosamente como “monumento al rociero”, pues no hay nada más auto  excluyente que eso”. Y digo auto excluyente porque si hubo 10.000 firmas a favor ¿Dónde están las opiniones de los 60.000 sanluqueños restantes?

Al no haber existido una convocatoria pública se nos ha negado a los sanluqueños la posibilidad de escoger la mejor opción, todo es oscurantismo, no ha habido profesionales responsables y con trayectoria que nos hayan mostrado las bondades de semejante mamotreto. La escultura pasa así a ser adefesio porque desfallece por la falta de una investigación sobre aspectos formales y significado del lugar, pues la lógica no es colocar figuras gigantes porque por  allí embarcan cuadrúpedos en su camino al Rocio. En este caso yo vería con mucho mayor significado que instaláramos una escultura de Rodolfo Langostino.

Un supuesto artista no puede aterrizar caprichosamente una caravana de muñecos en un lugar que de antemano tiene tantos intereses plásticos y que evocan sensaciones poéticas desde lo visual, lo corporal y lo espiritual, incluso desde fuerzas tan elementales como es el respeto y la admiración por unos lugares con tal carga antropológica.

Preferiblemente mejor hubiera sido no colocar nada y si no pongamos un Mac Auto con su Ronald Mac Donald que también tiene sus fervientes seguidores.

Es cierto que éticamente no podemos ser ajenos a la religión y mucho menos a la cultura que impregna cada rincón de nuestro pueblo y es evidente que está decisión egocéntrica de unos pocos nos sustraerá el poder apreciar algún tipo de escultura y digo escultura que podría hacer justicia de tan buenos artistas que tenemos en el país.

Repito que estoy en desacuerdo con este proyecto y como algunos se rasgarán las vestiduras y dirán de mi atrocidades, les diré que el que se pique que ajos coma, el paisaje lo fundamos cada vez que lo apreciamos, en este caso lo ensuciamos y lo que debemos de buscar es una relación entre el hombre, el arte y la naturaleza.

¡Señor dame paciencia y haz que veamos la luz, yo quiero que allí se instale el monumento a Rodolfo Langostino!

                                  José Luís Zarazaga Pérez.