PP e independentistas apuntalan sus posiciones inmovilistas el 1º de octubre con el sufrimiento de las víctimas del terrorismo
Pepe Fernández.-La encerrona que los independentistas catalanes hicieron al gobierno y al jefe del estado el pasado día 26 de este mes de agosto era algo que estaba más que previsto pero que tanto la casa real como el mismo gobierno de Rajoy dieron por bueno para ejercer el victimismo justo y suficiente que tapen sus atropellos a este país.
Los escándalos de la familia real, incluido el emérito e inviolable rey, y los recortes y corrupción del PP hicieron que el caldo de cultivo del anti españolismo en Cataluña estuviera servido aunque fuera a costa del sufrimiento de las víctimas y el olvido de los que murieron en La Rambla barcelonesa.
Los desencuentros entre las distintas policías y servicios de inteligencia es otra muestra,la enésima, del difícil encaje de las políticas del PP con las ansias de algunos colectivos catalanes para lograr la independencia de esta autonomía española. El PP ha utilizado a Cataluña en todas sus campañas electorales para aumentar el número de votos en el resto de España además de la
financiación ilegal de las que el señor Rajoy dice, ahora, que solo se dedicaba a los asuntos políticos y no económicos.
Otra ofensa más a la inteligencia de los españoles que no aprueban su nula aportación y colaboración con la Justicia para juzgar la corrupción de la época dorada del PP y sus mayorías absolutas.La Audiencia Nacional no da abasto para la ingente tarear de juzgar los múltiples frentes de corrupción relacionados con el PP y su trama.
De otro lado,nunca un partido republicano e independentista catalán pudo estar más agradecido a la incompetencia de otro partido nacional como el PP que ha generado más independentistas que en toda la histórica andadura de los republicanos catalanes.
La última pantomima en el Congreso de los diputados del señor presidente del gobierno, hablando del terrorismo y no de la corrupción en las filas de su partido, ratifica el parecer de la opinión pública sobre la trama criminal de este grupo organizado
("Ve delitos de organización criminal, asociación ilícita, falsedad y blanqueo, entre otros") en torno a una repetida letra y una gaviota, más preocupado ahora por la muerte de 15 inocentes que por los cientos de españoles y españolas muertos como consecuencia de sus recortes en sanidad, seguridad vial, infraestructuras, etc. y todo para cubrir con su silencio las preguntas de la oposición a la que una vez más desprecia con su arrogancia, -marca indeleble en la mayoría de sus dirigentes,- intentando rememorar pretéritos tiempos de mayorías absolutas.
El independentismo catalán mostró, igualmente, con su inmisericorde estrategia, un desprecio a los muertos y sus familiares por el atentado yihadista con su parafernalia propagandística de esteladas al viento y el acoso a la enseña nacional portada por otros manifestantes. El afán por desprestigiar al gobierno de España y al jefe del estado, Felipe VI, se volverá en su contra en el ilegal referéndum que pretenden el primero de octubre.
El ridículo, cuando no la crueldad, no es potestad solo del gobierno de la nación cuando se trata de defender los intereses y las vidas de sus ciudadanos. Unos ocultando o sisando información en cualquier formato y otros con rueda de prensa en catalán y sin traductor. ¿ 40 años para esto? Tal para cual.