De Cavestany a Manzano
La semana pasada, a este artículo, un lunes tal cual hoy escribo, asistía a la conferencia de Rafa Montaño, que llevaba por título “D. Genaro de Cavestany y la cosmovisión del V Centenario de la 1ª Vuelta al Mundo de Magallanes-Elcano, 1519-1522”.Uno que es de pensar poco. Al final de la citada conferencia, en el turno de preguntas, llamé la atención sobre la poca evolución que había tenido la Sanlúcar de aquella visión globalizadora de Genaro de Cavestany a la del siglo XXI. Empleo, infraestructuras, sociedad de una Sanlúcar que parece vivir estancada en el tiempo, muy anterior en el tiempo.
Se me puede decir, como así lo han hecho de mi desconocimiento en el tema de la Circunnavegación, que con perdón, pueda resultarme de risa fácil. Cuando miro a mí alrededor, y solo veo, perdonad, no veo nada. ¿Dónde están las infraestructuras de las que hablaba Cavestany hace 100 años? ¿Dónde el empleo que el citado escritor y divulgador centenario mencionaba? ¿En 100 años que ha hecho Sanlúcar para recuperar su lugar en la historia, no ya nacional, sino internacional? Desidia política, tal cual viviera Cavestany en su tiempo.
Genaro Cavestany halla la muerte en 1921 sin ver cumplido su sueño, no solo eso, sino que vive como Portugal, Getaria o Sevilla toman un ligero protagonismo local en estas efemérides, pero en Sanlúcar solo quedaron para las tortillitas de camarones.
100 años después, un sanluqueño desdice recuperar los pasos olvidados en los anales de la historia de Genaro, hace 15 años, más que menos, D. Francisco Pacheco Isla, militar de profesión y por tanto imbuido de ese espíritu patrio, que solo los militares sabemos que es, decide poner una pica, no en Flandes, sino en Sanlúcar de Barrameda en su tierra, para frenar de una vez esa desidia local y nacional sobre un hecho histórico que ha marcado el devenir de la historia mundial, y que tuvo a esta villa como epicentro. Un epicentro que no solo aglutinó a la gesta de la 1ª Vuelta al Mundo de Magallanes-Elcano, sino que por más doscientos años fue punto de partida y llegada de las expediciones marítimas al Nuevo Mundo y otras partes del mundo.
Cien años después, una Sanlúcar de Barrameda en las mismas condiciones, asolada por el desempleo, una sociedad civil más preocupada en la ´caló´, que en la riqueza histórica del lugar donde viven. 100 años después, a un hombre le hierve la indiferencia de sus convecinos para con algo tan importante, y que podría generar gratos beneficios para la villa y sus gentes, decide poner en marcha el proyecto de conmemorar con Honor y Gloria el V Centenario de la 1ª Vuelta al Mundo de Magallanes-Elcano, siguiendo/continuando los pasos de Genaro Cavestany. Curiosamente, Pacheco se encontró con los mismos problemas, egos particulares, desidia por parte de la Administración Local, Autonómica y Nacional, pero como aquellos aventureros, ni los cañonazos bajo la línea de flotación de estos convecinos, ni las tormentas originadas por la desidia de la Administraciones, consiguieron hundir su nave. ¿Saben?, estos días leía las peripecias de El Glorioso, y la habilidad de su capitán. Y me recordó a la Fundación Puerta de América y en particular la figura de Paco Pacheco. Como El Glorioso, Paco supo maniobrar a la Fundación para que “un solo navío” fuera capaz de vencer a las encerronas y persecuciones de los que pretendían hundirlo. Hoy la Fundación, navega a todo trapo, con la salvedad de que El Glorioso, acabó malamente y su capitán recibido con honores por sus enemigos y recompensado por la Corona española.
Como sucediera hace 100 años, el promotor y divulgador de la efeméride de la conmemoración de la 1ª Vuelta al Mundo de Magallanes-Elcano, le sobrevenía la muerte sin poder ver cumplido su sueño. ¡Lo destacable!, es que con su carácter inquebrantable se ganó aliados, colaboradores y amigos, que pese a su ausencia siguen en la nao que es la Fundación Puerta de América, aunque muchos saltaran por la borda, en cada puerto que atraca, encuentra nuevos tripulantes, marineros con el arrojo y valor suficiente para manejar los cabos y velamen de este navío. ¡Lo destacable!, es que a diferencia de Cavestany consiguió que las Administraciones se implicaran en este proyecto que siempre soñó fuera, de ciudad.
El sábado asistía por vez primera a la Cena Capitán de Galeones, que ofrece dicha Fundación, un lugar donde he podido ver cumplido un sueño impensable, conocer en persona al Comendador de la Orden de Cristo de Portugal, así como al propio infante de Portugal, y no menos importante, a Caballeros de la Orden de Sta. María de España. La oportunidad de constatar mi opinión sobre los templarios y los sucedáneos del s. XXI, con alguien como D. Nuno, no tiene precio.
Pero de todo esto, hay algo que me viene llamando la atención. Genaro Cavestany, promotor y divulgador del IV Centenario; Francisco Pacheco Isla, promotor y divulgador del V Centenario de la 1ª Vuelta al Mundo de Magallanes-Elcano. Ambos artífices de hacer tambalear la desidia social y política sobre dicha efeméride, encuentran la muerte natural antes de ver cumplido su sueño. Cavestany, con la tristeza de la desidia de una localidad que veía pasar dicha efeméride sin pena ni gloria. Pacheco, con la firme convicción de que aquel proyecto ya ce hacia a la mar. ¿Y por qué esta comparación?
Leían en el título, “De Cavestany a Manzano”. El destino es irónico, o el que maneje los hilos. Tanto darle de girar a la ruleta, que se le han mezclado las jugadas, y eso se traduce, en que mi buen amigo y actual Presidente de la Fundación Puerta de América, no es simplemente un presidente más de esta entidad. No es la sombra del tan Ilustre Pacheco. ¡NO! El que gusta de ironizar con eso de quien tiene más responsabilidad, hoy me permito la osadía de cómo recordaba a nuestro Duque la responsabilidad que adquiría con su ducado. Hoy mi buen amigo, me permito ser yo quien te recuerde y te haga ver, que si Alonso carga sobre sus hombros la historia de más de 700 años de linaje familiar. Tú hace un año cargas sobre tus hombros no el legado y el proyecto de Paco, ¡no!, sobre tus hombros descansa también el infructuoso esfuerzo de Genaro Cavestany. Por lo que cada paso que des, cada maniobra que realices al frente de esta nao llamada Fundación Puerta de América, será una maniobra que tendrá repercusión, no solo en la Sanlúcar de hoy, sino en la memoria de la Sanlúcar de hace 100 años.
No cambiaremos a Sanlúcar, pero si la forma en que el mundo la verá, y quizás hoy no hayamos creado empleo, ni la mentalidad del sanluqueño haya evolucionado para entender que es esto de la “circunvalación” como le dicen. Por eso apuesto, que todo el material, conferencias e información, sea adaptado para los más peque, y se imparta en los centros escolares, eso sí, sin la vergüenza ajena de ver a niños con papel de periódico en la cabeza, seamos serios, y preparemos todo esto, en una fuente de la que para dentro de cien años los futuros sanluqueños sepa que Magallanes-Elcano, no es una cabalgata, un panfleto un ridículo cartel colocado en escaparates, no es un azulejo o un mosaico de ellos. Es algo que está vivo en nuestra sangre, nuestras playas, en estas arenas que pisamos, en esta desembocadura que tanto nos gusta para una foto.
Para que dentro de 100 años, un Cavestany; un Pacheco; un Manzano, no tengan que empezar desde cero.