"...pseudosocialistas sin ninguna formación ideológica ni capacidad de gestión, que en realidad les importa una mierda el pueblo..."
El viejo del Asilo.-Si hubiera tenido un poco de decencia política – que no la tiene – y algo de dignidad personal – que al parecer tampoco la tiene -, nada más conocer los resultados de las elecciones, Susana Diaz debería de haber dimitido e irse a su casa, continuar en el PSOE en todo caso como afiliada de base y apuntarse al paro en la oficina del Inem más próxima. Y en un acto de honestidad, también, pedir perdón a los andaluces. Perdón por su ineptitud, por su fraudulento y falso socialismo folklorista, por sus maquiavélicas ambiciones personales, por servirle en bandeja a la derecha – y a la extrema derecha - el gobierno de Andalucía. Susana Díaz es la personificación del típico político del PSOE, cronificado en esta tierra, ese que ha medrado desde joven en el partido, que ha vivido siempre del cuento de la política, esquivando y repartiendo navajazos, recibiendo e impartiendo favores interesados, pseudosocialistas sin ninguna formación ideológica ni capacidad de gestión, que en realidad les importa una mierda el pueblo y las necesidades del mismo.
Gente que se aferra a un sillón, a un coche oficial, siempre rodeados de arribistas apesebrados, genuflexos e igual de incompetentes, a los que colocan en puestos directivos de la administración para que no dirijan ni administren absolutamente nada pero que les sirve, casi como comisarios políticos, para controlar a su antojo el cotarro – como ha sucedido en la sanidad andaluza – y así le mantienen una salvaguarda de cancerberos fieles y complacidos. Pero colorín, colorado, el cuento se ha acabado, aunque ahora resulta que la ya expresidenta se aferra, tan españolista y neoliberal, tan soberbia y cínica, a la bancada de la oposición, supongo que para terminar de hundir definitivamente al PSOE, mientras las ultimas ratas abandonan el barco al grito de sálvese quien pueda. Cientos y cientos de cargos puestos a dedo – esos arribistas apesebrados - buscando un agujero donde meterse y seguir chupando del bote, porque no saben hacer otra cosa. Muchos, viendo el cariz del futuro que se les presenta, se pasan por la puerta de atrás a Ciudadanos, cambiándose de chaqueta rápidamente para no alejarse del sillón, del taburete mismo y verse en la puta calle y tener que buscarse la vida o lo que es lo mismo, trabajar de verdad. En el PSOE de Andalucía pensaban que las elecciones se ganaban, una tras otra, por pura rutina y apoltronamiento y que luego se podía gobernar, como han hecho durante años, también por inercia, que los problemas – cual Rajoy – se solucionaban solos o bien se morían, de asco o de verdad, los que los provocaban o padecían. Ahora se han dado de bruces con la realidad. Y son los culpables de la altísima abstención y de que la derecha más reaccionaria se haga con el poder y lo que es peor, muy probablemente, durante muchos años porque al PSOE, o bien hace una limpieza y renovación a fondo de sus cuadros – que no lo harán - o bien le queda por delante una larga y jodida travesía del desierto. Ellos, con Susana Díaz a la cabeza, se lo han buscado. Se lo merecen.