Cierto que esta Navidad no es una Navidad cualquiera.. “qué se van a creer ustedes".

SD.-Y no lo es por muchos y calamitosos acontecimientos que han marcado nuestras vidas desde marzo cuando “llegó el comandante y mandó parar” a  todos los españoles porque un maligno y lejano virus chino no dejaba de matar a conciudadanos, a cientos diarios, a miles al mes y ahí sigue amargando nuestras vidas. 

Paro, ERTES, escasez de material médico para combatir la pandemia, el confinamiento y la ultramontana derecha tirando a todo lo que se meneaba porque esas medidas atentaban contra la libertad de los que dejaban de ganar mucho dinero por culpa del maldito patógeno o bicho como les gustan llamarle en la capital. No en vano la última estrategia para perimetrar Madrid se la denominó "operación bicho", vocablo, por excelencia, muy taurino. Y es que no paran de congeniar con la ultraderecha, igual que en Sevilla, para que le aprueben sus políticas presupuestarias  y desvaríos en un revanchismo que ya está dando sus frutos con un predicamento en parte de las fuerzas armadas.Propuestas para aniquilar a la mitad de la población española, niños incluidos, así como prisas por erradicar cualquier vestigio del pasado de todos aquellos que nos trajeron, ellos sí, con sus vidas incluso, las libertades que hoy disfrutamos.Una damnatio memoriae en toda regla, un desafío permanente a la Ley de Memoria Histórica.  

 

 

Será una Navidad diversa, decimos, porque además este año el jefe del estado lo tiene muy crudo en su discurso de Nochebuena. ¿Cómo explicará a los españoles los desmanes de su padre durante los 40 años de su reinado? ¿Vestirá el uniforme de capitán general para poner un poco de orden en todos aquellos que utilizan su figura institucional para minar, conspirar o amenazar a los hombres y mujeres de un gobierno legítimo y democrático?  

Será única, la Navidad, porque llegarán las ansiadas vacunas que nos devuelvan nuestras vidas a pesar de la ignorancia y el fundamentalismo religioso o político encarnados en los antivacunas o el “trumpismo.” 

Serán recordadas porque es casi imposible que más pronto que tarde el ingente número de científicos e investigadores que han creado el suero, los sueros, contra la Covid-19, no sean recompensados con un premio Nobel en los próximos años. Los médicos y sanitarios, en general, serían igualmente merecedores de ese honor planetario. 

Y serán distintas en Sanlúcar, siempre lo son, porque otro año más, para promocionar el comercio local, el ayuntamiento sigue olvidando a  comerciantes y hosteleros, pero a cambio les regala una megafonía horrible con villancicos durante 8 horas al día para mostrar su magnanimidad y felicitarlos en las calles principales de la ciudad por donde se extiende la simpar y efímera instalación de megafonía. 

Igualmente, serán diferentes porque un gobierno de izquierda, afirman, se lastra de la derecha naranja, socia de la ultraderecha, para justificar la presión fiscal a la ciudadanía sin tocar el IAE para empresas que facturan más de un millón de euros, no cobrar recargos del 50% del IBI a los pisos de grandes tenedores y banca como se aprobó en Pleno municipal y un suma y sigue de políticas fiscales "progresistas"  mientras las necesidades, al igual que las colas del hambre y el paro, siguen en aumento cada día.