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Berenguela Rodríguez a María Bornay
 
 
 
 
 
 
 
Berenguela Rodríguez a María Bornay PDF Imprimir E-mail
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20 de Marzo de 2011
La candidata a la Alcaldía por TPS, Berenguela Rodríguez, acudía al acto de apadrinamiento de dos sanluqueños de pro, Paco Madame y María Bornay
Para con los cuales, la alcaldable por TPS tuvo palabras de reconocimiento y agradecimiento.-Hace sólo unos días se ha celebrado el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, ejemplo de mujer trabajadora y sanluqueña es, sin duda, nuestra protagonista: María Pérez, o como se la conoce en nuestro pueblo María Bornay. Ensalzar  la figura de María como mujer trabajadora y empresaria nos ocuparía una ingente cantidad de folios, ya que  su dilatada vida al frente de la Ibense Bornay así lo requiere.
 María es una mujer humana y hospitalaria, amante de su tierra y  con su trayectoria emprendedora ha conseguido aupar el helado artesano a uno de los primeros escalafones del sector.
 
Por eso, por el amor y la dedicación que tiene para con su pueblo, no ha dudado en aceptar la propuesta de ser Madrina de la Asociación Española Contra el Cáncer,  de la Delegación de Sanlúcar.
 
En una ciudad como Sanlúcar conocida por sus vinos,  mariscos y pescados, el helado se ha abierto camino por el tesón y perseverancia de María y de toda su familia.
 
¿Pero cómo empezó todo?
Ella misma no lo cuenta de esta sencilla manera:”El bisabuelo de Carlos, (Carlos Bornay), fue el fundador de esta casa en 1892. Más tarde, los padres de Carlos cogerían las riendas de aquel negocio y con una maquinita pequeña,  haciendo unos litros de helado para luego venderlos”.
 
 Así fue  como comenzó todo, más tarde su empresa se situaba en el centro de la ciudad y María cuenta  aquello evocándolo de la siguiente manera: “Con cuatro tiestos de mala muerte”, yo añado que aquello, María, no fueron cuatro tiestos de mala muerte, aquello era una montaña de ilusión y deseos, que con el paso del tiempo ha desembocado en esta grata realidad.
 
 La personalidad de María no se resume a su espíritu emprendedor, sino que detrás de la mujer de negocio vive una sanluqueña inquieta, consciente de nuestros valores históricos y tradicionales. Para muestra un botón, cuenta en una de sus entrevistas lo siguiente: “Colón durmió en Sanlúcar antes de su primer viaje a Indias, así que fíjate la historia que tenemos. ¿Somos acaso mínimamente conocedores de nuestra historia?.
 
¿Pero cómo tiene que ser para María una empresa? Ella misma responde a esa pregunta cuando manifiesta: “A mí me resulta muy fácil ser empresaria. Para ello es necesario conocer la mentalidad y el carácter de un pueblo. Sin más rarezas... No se puede sólo mirar los intereses materiales o personales de cada uno. En la personalidad de una empresa tiene mucho que decir la humanidad que hay en ella. Es una familia y el patrón hace las veces de padre. Si no hay comunicación entre padres e hijos, mal funciona la casa”
 
En lo versátil de su personalidad se afirma aparente contradicción entre su vocación de maestra de escuela y el cliché convencional de lo que debe ser una empresaria. No siempre la vida le ha sonreído a María como ahora: “Mi adolescencia y juventud (nos cuenta) no fueron un camino de rosas. Mis padres murieron muy jóvenes y me acogieron mis abuelos. Ellos eran muy pobres, tan sólo tenían la pensión de mi abuelo, que fue conserje del Ayuntamiento. A la Sección Femenina íbamos a aprender labores y otras cosas. Un buen día, una Delegada de la Sección se interesó por mí y me dijo que si yo quería estudiar. Como no tenía una perra gorda, tuve que hacerlo por becas, y así, mediante cursos acelerados acabé la carrera”.
 
Corría el año 1965, después de ejercer como maestra interina en colegios nacionales como Albaicín, Pino y hasta en la aldea del Coto de Doñana, María dejó de dar clases, ella misma lo recuerda de esta manera: “Dejé mi vocación, la enseñanza, para pasar al papel de esposa y madre. Entre otra razones, porque para ocuparme de lleno en la enseñanza tenía que presentarme a oposiciones. Cosa que no admití, porque tendría que marcharme de Sanlúcar
 
Otro ejemplo de sanluqueña enamorada de su tierra que le llevó a renunciar a su profesión por amor a esta bendita tierra, que no sé que tendrá pero que a todos nos enamora y engancha.
Y María es una gran sanluqueña defensora de lo nuestro, manifiesta el amor a la tierra que la vio nacer cuando manifiesta: “Soy partidaria de conservar nuestro lenguaje, tradiciones y comidas”
 
Para terminar, me gustaría plasmar aquí las palabras de María cuando ella habla de su empresa y dice: “Aunque se piense que el sentido de mi trabajo es lucrativo, yo pienso que mis verdaderas motivaciones son sociales, porque el desarrollo de mi empresa no depende sólo de nuestro trabajo, el de los empresarios, sino de la totalidad de los trabajadores. Y para mí es muy importante el valor humanitario. La responsabilidad es algo más que cualquier afán de lucro”.
 
Por supuesto, no puedo acabar mi intervención sin recordar la figura de quién fuera su marido, Carlos Bornay. Mi recuerdo para él, será el mismo que María alberga en su corazón.
María, permíteme que haga mío aquel pensamiento tan sabio que Carlos solía decir: “El carrito de helado, (yo diría Sanlúcar) lo tenemos que empujar entre todos”
Mi felicitación por este merecido homenaje de reconocimiento y que sigas con la misma ilusión y vitalidad que siempre has demostrado.
 
Berenguela Rodríguez es licenciada en periodismo y alcaldable por TPS
 
 
 
 

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