Educar en valores
José Luis González García .- Educar en valores es necesario y fundamental para construir la convivencia. Los educadores nunca nos podemos limitar a transmitir conocimientos; tenemos que ser capaces de formar personas que puedan vivir en una sociedad en la cual prive ante todo la tolerancia ante las ideas y obras de los demás, la libertad en su máxima expresión como derecho fundamental y todo envuelto en el aura de un clima de respeto hacia nuestros semejantes.
¡Y cuidado! Puede alguien caer en la tentación de utilizar posicionamientos ideológicos para que tengan prioridad unos valores sobre otros. Pero lo que es indiscutible es que hay valores fundamentales que están muy por encima de cualquier “ideología” del educador.
Me refiero a la defensa de los derechos humanos, la convivencia, la dignidad que todos tenemos como personas, la tolerancia,, la igualdad entre hombres y mujeres. En definitiva todos nuestros derechos fundamentales plasmados en nuestra Carta Magna.
Si somos capaces de impartir una educación en valores coherente y buscamos con ello que el clima de convivencia en nuestros centros educativos sea el adecuado, nos alejaremos del clima de violencia y desarraigo que desgraciadamente anida en nuestros centros, especialmente en niveles superiores.
Es labor de todos, especialmente de los equipos directivos y responsables educativos a nivel superior la implicación total en los casos; que por supuesto los hay, de ruptura grave de la convivencia en los centros, ya sea a nivel alumnado e incluso a nivel de profesorado. No hay que pasar de puntillas. No se puede mirar para otro lado. No se puede decir aquí no ha pasado nada. No es de recibo utilizar la falta de identificación física de un culpable, para cerrar en falso una agresión moral a un compañero/a.
Si nosotros, los profesores, no somos tolerantes con nuestros propios compañeros, si usamos el anonimato y la maledicencia para intentar zaherir a nuestros colegas, muy difícilmente podremos transmitir a nuestros alumnos una educación en valores. El respeto hacia los demás: el derecho que tienen al honor, a la intimidad, al libre pensamiento… En definitiva a la libertad. Nunca nadie pudo dar y transmitir de lo que escasea o simplemente carece.
