Iluminados y convertidos en el siglo XXI

José Manuel Fernández .- Esta visita del romano pontífice de los adscritos a la fe cristiana , parece venir a celebrar una doctrina religiosa que se asienta desde sus albores en preceptos sencillos y humanitarios , tales como la pobreza, la humildad y la caridad , aunque en realidad, viene a confirmar lo que ya muchos católicos reconocen como un “preocupante crecimiento del laicismo en nuestra sociedad” . 

Parece pues , que este temor a perder fieles fuera el principal motivo que trae a Benedicto XVI a peregrinar por tierras españolas, en un deslumbrante viaje proselitista. Una enorme campaña de  mercadotecnia que persigue claramente asociar la imagen de esta iglesia trasnochada con la imagen efervescente de los miles de jóvenes que en su hormonal inocencia , más parecen vitorear a un ídolo del pop que a un ideólogo y guía espiritual .

 

Lo increible , a mi parecer , no es el enorme entusiasmo que demuestra esta gran masa de pudientes adolescentes del mundo que vienen en su mayoría  a la vieja Europa en viaje iniciático desde todos los rincones del planeta, lo realmente increible , es que esta vieja iglesia , no se haga la siguiente pregunta ( o al menos no en voz alta ) :

 

¿ Porqué cada vez son menos los jóvenes que se confiesan creyentes y aún menos los practicantes de su fe?

 

Las respuestas a esta pregunta se me antojan muchas y seguramente alguna escapa a mi humano discernimiento . Tal vez una cierta contemporización de sus doctrinas , fuera necesaria para que muchos abrazasen su fe y otros que la perdimos , pudiéramos volver al redil de las buenas ovejas . Lo que es innegable es que en cualquier ámbito social en el que indaguemos , encontraremos un menor número de creyentes cuanto mayor es la formación académica y cultural del grupo observado .

 

En cualquier caso, si lo que persiguen es aumentar el número de fieles , tal vez les convendría un encomiable ejercicio de honestidad y algunos cambios de conducta . Les propongo a los jerarcas de la iglesia ,desde mi humilde y mortal condición algunas ideas :

 

1-Bonito sería que el Sr. Ratzinger animara a esos jóvenes que le idolatran a hacer obras de auténtica caridad cristiana (a todas luces más útil que rezar juntos bajo el castigador sol del agosto madrileño para celebrar su fe) ; que predicara con el ejemplo y vendiera la mitad de los bienes de la iglesia para alimentar a los pobres del mundo .

 

2-Más bonito aún sería que entregara a la justicia a los pederestas que pudieran surgir de entre sus filas en lugar de encubrirlos durante años cambiándolos de diócesis y finalmente justificarlo ladinamente desde su balcón con un "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra" como ya hiciera hace algunos meses, tras el escándalo irlandés .

 

3-Hermoso sería , que desde la pobreza y la humildad de su doctrina (que parece olvidada entre deslumbrantes bordados en oro y soberbia moralista) pidiera perdón a los homosexuales del mundo a los que durante dos mil años han “crucificado“, sin el respeto que hoy pide para sus jóvenes "oseas" del mundo .

 

4-Conmovedor sería que este señor devolviera todo lo que su iglesia a inmatriculado a su nombre mediante un ardid burocrático y legal verdaderamente escandaloso (y que era nuestro, de todos los españoles) para reconvertirlo en centros de trabajo y hogar de deshauciados de España (que no son pocos, más los que están por venir) .

 

5-De una belleza sublime sería verle renunciar al concordato que le enriquece cada día con nuestros impuestos (de manera casi insultante para otras congregaciones, más aún si cabe en un pais como España , constitucionalmente declarado aconfesional por nuestras leyes) y verle poner los pies en el suelo en pleno siglo XXI, preferiblemente descalzo , por ejemplo repartiendo condones en África , que muere lentamente de hambre y sida ( alrededor de un 67% de personas que viven con VIH se encuentran en el África subsahariana )

 

Si tan solo algunas de estas ideas fueran asumidas por esta iglesia que pretende dar lecciones de ética a los que andamos por el mundo libres de pecado (pues no nacimos con él) y lecciones de moral a los que aún careciendo de fe alguna practicamos cada día el amor al prójimo, como decía , si asumieran tan solo alguna de estas ideas , tal vez vieran con regocijo como muchos jóvenes y no tan jóvenes , abrazaríamos con entusiasmo de nuevo su credo que hoy por hoy , se nos antoja hipócrita  al contrastar sus dogmas con sus prácticas del dia a dia .

 

Yo mismo sería el primero en abandonar la apostasía y celebrar con orgullo mi reconversión , aunque a fecha de hoy esta maravillosa iluminación pueda parecerme lejana, muy lejana .

 

Fdo : José Manuel Fernández Romero