5 Trabajadores despedidos de Emuvisan S.A.U. 

María del Mar Almécija Sánchez .- Podéis pensar que este escrito está hecho desde el despecho, desde la desesperanza, desde la rabia, desde el coraje y desde ese sentimiento que te ahoga tan fuerte que crees que vas a desfallecer; pues sí, así es, pero además de todo eso también está hecho desde la gratitud. Doy gracias todos los días de haber terminado con esta pesadilla que ya duraba demasiado tiempo, y de ver por fin lejos a esa gente que no tiene nada que ver conmigo, gente sin principios, sin educación, sin dignidad ninguna, y como no, incapaces de algo tan sencillo como es DAR LA CARA.

Cinco personas despedidasde una empresa por el simple hecho de estar en el momento equivocado en el lugar equivocado.

 

Una de ellas, la más antigua de todas, soltera y madre de una niña, 17 años al servicio de todos los sanluqueños, se va a su casa “sin nada”, sin ni siquiera una explicación, quedándose en su lugar un señor que lo mejor que ha sabido hacer por el pueblo en su vida laboral, además de mucho daño a sus compañeros, ha sido dar paseos y beber cerveza, mucha cerveza.

 

Otro de ellos, el jefe de la oficina técnica, un profesional con 14 años de antigüedad al servicio de todos los sanluqueños, padre de familia, se va a las listas del paro sin ninguna explicación por supuesto, y dejando en su lugar a una señora, que sin poner en duda su valía, tiene la mitad de antigüedad y le costaría a la empresa la mitad, ya que el despido se presupone por causas económicas.

 

Seguir sería absurdo, algunas nos vamos por respirar de forma diferente, o por méritos propios, por qué no, otros por haberlo echado a cara o cruz, pero todos ellos porque en algún despacho de éste, nuestro Ayuntamiento se han dado instrucciones al respecto. Las personas que han dado esas instrucciones son padres o lo serán en algún momento, que sepan, que serán incapaces de educar a sus hijos con dignidad, porque la política es una cosa y la dignidad otra, y esa palabra gracias a Dios con la que yo crecí, estas personas no la conocen.

 

Lo peor de todo es la carga tan enorme, me refiero a carga emocional, claro, que le han dejado a los cuatro trabajadores que se han quedado, bueno tres, porque uno de ellos estaba en el lado oscuro hace ya mucho tiempo, carga con la que yo no podría vivir, por eso creo con total honestidad que nos hemos ido los que nos teníamos que ir, de habernos quedado no podríamos vivir.

 

Estas cinco personas hemos tenido que escuchar mentiras tras mentira, ver como nuestros propios compañeros buscaban en la basura indicios de no sabemos qué, hemos tenido que ver cómo nos trataban como delincuentes, cómo tuvimos que abandonar la que había sido “nuestra casa” en minutos, como nos comunicaban un despido después de 15 años a través de un notificador, hemos tenido que soportar que no nos paguen y que nos digan que no nos van a pagar, cómo nos humillaban en un Pleno diciendo mentiras tras mentiras, cómo la Señora Alcaldesa se reía mientras hablaban del personal, claro, ya se había librado de nosotros, cómo la Delegada de vivienda mentía sin ningún pudor, cómo los socios de gobierno se frotaban las manos por haber ayudado y contribuido a destrozar 5 familias por un puñado de euros, y un largo etc… que creo que no hubiese sido necesario tener que haber pasado por ello.

 

Las cosas se pueden hacer de muchas formas, pero han olvidado que una de ellas es hacerlo bien, y eso no cuesta nada, pero lo que hace falta para ello, este equipo de gobierno no lo conoce, y sus socios de gobierno aún menos.

 

Empecé este escrito diciendo que lo hacía también desde la gratitud, todo el mundo que me conoce sabe que mi palabra por excelencia es GRACIAS, así que desde aquí quiero dar las gracias:

A todas esas personas por las que trabajé y en algún momento me lo agradecieran, o no.

A mis cuatro compañeros despedidos por “aguantarme”, y digo bien “aguantarme”, sé lo duro que está siendo para ellos, comprender lo que ha pasado no es tarea fácil.

A mi hermana, ya pasó por esto y hoy en día es mucho más feliz y mejor persona.

A mi familia, en su más amplia expresión, por haberme hecho entender que era lo mejor que me podía pasar.

A un compañero muy especial, también despedido, por haber echo de mis desayunos el momento más agradable de mi jornada laboral.

A mis amigos, ellos saben quienes son y me completan.

Gracias a Rafa, él sabe que le estoy agradecida, me ha hecho ver que un político también puede ser una buena persona.

Por supuesto gracias a Sanlúcar Digital, por haberme dejado gritar todo lo que llevaba dentro.

Gracias, gracias y gracias, esta palabra ha ido siempre unida a mí, y para todos esos a los que no va dirigida, un consejo :  para poder dormir tranquilo, HAY QUE DAR LA CARA.

 

Fdo: María del Mar Almécija Sánchez