¿Quiénes se esconden  detrás de los “ precios populares”?

SD.-Ayer noche quedó meridianamente claro cuales son las pretensiones de los dos grandes que opositan a La Moncloa, o al menos eso es lo que afirmaron sus dirigentes que, en un debate televiso único y excluyente, anunciaron a los españoles sus intenciones para llevarnos a todos los españoles lo mejor que puedan durante estos próximos cuatro años. Las campañas de publicidad en cartelería, así como en diversos medios audiovisuales,  harán el resto en esta campaña electoral, si cabe, una de las más importantes de nuestra historia reciente por las circunstancias económicas y sociales que la rodean, ya por todos conocidas.

 

Pero hete aquí que como luciérnagas, y al amparo de la noche, muchos individuos han afeado las fachadas de edificios públicos de la provincia con carteles alusivos a las presuntas intenciones del PP si éste ganara, que ganará según los que saben de esto, estas generales.

 

Los libelos, que no están firmados por nadie, demuestran a las claras la cobardía de los que quieren obtener algún rédito político al margen de la ley utilizando el descrédito de los que se suponen gobernarán España hasta el año 2015.

 

Y es que estos individuos  han cometido, casualmente, el mismo error que el candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba en el debate. A saber: Están dando por hecho con sus panfletos  el triunfo del PP el 20N. Mensaje subliminal e involuntario enviado una y otra vez por Rubalcaba a Rajoy en sus interpelaciones al preguntarle cansinamente cuales serían sus intenciones en esta o aquella cuestión social, cuando debería de haberse centrado en qué haría él y su partido si  ganara las elecciones.

 

A Rubalcaba se le olvidó que el señor Rajoy es gallego y sus respuestas, las del popular,  fueron consecuentes con su cuna y patria chica.Ya saben, .. si te encuentras un gallego en un ascensor o escalera jamás averiguarás si sube o baja.De libro.

 

El debate final será el recuento de votos y a lo mejor, lo que vimos en el debate, no sumará ni restará las ya decididas intenciones de los españoles para votar su elección, que no siempre pasarán por escoger la papeleta de los contendientes en liza , pero lo que está claro es que los que escondidos en la oscuridad empapelaron los edificios públicos en período electoral, esos, no tendrán nada que celebrar el 20N.