Alfonso Martínez Fernández.-Va pasando el tiempo y me doy cuenta que tenia razón, a pesar de que en su momento me decían y pensé que era excesivamente catastrofista , pero seguimos sin rumbo, sin saber que será de nuestro mañana, aún menos, y mirando a mis hijos, el de nuestras nuevas generaciones; mientras, sigo viviendo el día a día con futuro incierto.
Sigo inmerso en la duda de, ¿qué queremos, a donde queremos ir, y porqué nos conformamos, excepto una minoría, con las cosas que nos suceden o nos imputan?.
Es duro luchar contra la injusticia y la mentira, aún mas , cuando ves que falta el apoyo e implicación del propio afectado, de ese que como tú, tiene el mismo problema pero lo afrontas solo, pues el prójimo se limita a esperar que se lo solucionen; mientras sigue con ese conformismo, levantando sus hombros como diciendo: ¿ que quieres que haga ?.
Saciado de una política con tintes corruptos y de enchufismo, sin futuro, sin fundamento, de una banca usurera e inhumana, de un horizonte cada vez mas lejano, de empresarios sin escrúpulos, (sin ánimo de generalizar) que explotan, se aprovechan, engañan y roban a sus trabajadores, con la excusa de esta crisis que nos bombardea, sin saber aún quien lanzó los proyectiles; de salarios mínimos si es que logras cobrarlos. Quizás solo se trate de un montaje llamado crisis, para que solo afecte al pobre, que día a día será aún mas pobre y el rico cada día será mas rico.
Saciado de que la política remueva los temas como si de tal batidora se tratara y a pesar de que en ocasiones el ciudadano tenga razón, el político sigue en sus trece de ir en contra de ellos hasta machacarles, sin reconocer sus errores, abusando de su poder, extorsionando psíquica y económicamente al ciudadano indefenso ante la falta de recursos económicos, formación e información, y jugando a su favor con el as del miedo. Mientras veo, que el trabajador es un delincuente y el delincuente es un señor.
Saciado de ver que tenemos que estar eternamente bajo mínimos para atender el sustento familiar y otras cargas familiares , hasta perder el sueño, por el temor a perder esa casa que mucho sudor y esfuerzo nos costó conseguir; y aquí estamos todos en la lista , aún mas cuando ves que nos lo hacen impunemente , de forma dictatorial en tiempos de democracia, sin que nadie entienda y remedie por los que sufren y pueden sufrir esta situación que somos los afectados de esa crisis, los ciudadanos de clase obrera, ¿quién nos defiende o nos defenderá, si muchos no tenemos ni posibilidad de trabajar?. Por ese motivo no podemos pagar.
Seguiremos bajo la mentira de promesas incumplidas o imposibles de cumplir, de excusas “baratas” alegando que el culpable fue el anterior mandatario mientras nos siguen pidiendo el voto, y de nuevo seguirán saliendo por la vía de en medio con tal de no dar la cara, y seguirá el donde dije digo, digo Diego.
Mientras, la banca seguirá frotándose sus manos, una a costa del indefenso ciudadano de a pie, mientras con la otra tiene agarrados los genitales del político.
¿A dónde llegaremos? .