“Hacienda somos tod@s. Con nuestros impuestos hacemos hospitales, centros educativos,carreteras, etc, para el bienestar de tod@s" ¿Recuerdas?
Manuel Comesaña Romero.-El ciudadano deposita su contribución, fruto de su trabajo, para que la Administración, en sus diferentes formas y estamentos, la “ADMINISTRE”. Pero no todos pagamos en proporción a lo que ganamos. Es como salir con los amigos, pedirte una cervecita y una tapa, y tu amigo del alma se pide un Vega Sicilia y una langosta Thermidor. A la hora de pagar te dice: “Bueno, pagamos a medias”. ¿Usted pagaría?
Pues Ud. paga, y no paga ni siquiera “a medias”, sino que después de poner su parte, su “amigo” le pide un poquito más (subida del I.V.A.) y ya que está Ud. rumboso otro poquito más de I.R.P.F., y como no hay dos sin tres, pues pague también un poco más por el agua de fregar los platos, la luz del lavavajillas, el I.B.I. del local … ¡Hombre, si ha venido Ud. en su vehículo! Pues ponga Ud. algo más por la zona azul, la verde (no importará aunque ya haya pagado su impuesto de circulación y matriculación), la gasolina, … y si no, venga en transporte público, que también cuesta mucho y por eso merece la pena poner otro poquito más.
Al final de la cuenta, a su “amigo”, que le “invitó a tomar algo”, la convidá le sale por casi nada y además lo ha traído usted en su coche. Pues aplicando el símil resulta que…
Las grandes fortunas desgravan o incluso se benefician de grandes sumas para no pagar su parte de la comilona que se han dado. Que los bancos y las grandes empresas no pagan por sus transacciones internacionales (más clarito: por evadir capitales) y además les damos más dinero de propina, para que luego nos lo devuelvan, pero pagándoles nosotros otra vez. Si su amigo es diputado tiene grandes ventajas (I.R.P.F., dietas de manutención y transporte por ir a trabajar, pensiones,…). Si has defraudado a Hacienda (que somos tod@s) y no has puesto tu parte (sólo para los de las comilonas, claro), pues te vamos a perdonar con una breve reprimenda y listo, ya pagará otro día, o no. Bueno, y si tu amigo es rey,… ¡pues no te digo ya, qué suerte que sean tan “campechanos”!.
Así da gusto poner mi dinero en Hacienda para que podamos tener HOSPITALES, CENTROS EDUCATIVOS, CARRETERAS, PENSIONES, SUBSIDIOS, AYUDAS,… ¿Cómo? ¿Qué ya no se puede porque no hay dinero? Pero… ¿en qué se lo han gastado Uds.? Ah, en todo lo demás. Ya. Entiendo. ¿Y si ya no pago más? ¿Qué, que Hacienda somos tod@s? Pero, hombre, ¿se cree Ud. que yo soy tonto? Ah. Que sí lo cree. Entonces ya lo entiendo todo. Adiós, buenos días, que lo pase Ud. bien.
