"Los otros desempleados de Sanlúcar"
José Manuel Romero Fernández .- Sigue soplando el levante en Sanlúcar por esto de la crisis, pero para algunos nunca ha existido ese respiro que supone un salto de poniente despues de días de asfixiante calor.
En una ciudad con un desempleo que ronda las diez mil personas, para arriba o para abajo, los síntomas de desesperación pueden ser muchos entre las personas que hoy no encuentran trabajo. Hay muchas especifidades como los parados de larga duración, los mayores de cuarenta años o los jóvenes sin experiencia, pero pocos hablan, o yo por lo menos no suelo oirlo demasiado a menudo, de los titulados profesionales que nunca encontraron empleo en nuestra ciudad, ni siquiera cuando el paro se situaba en un porcentaje inferior al diez por ciento; para este tipo de titulados nunca hubo empleo, o al menos no en la misma medida en la que lo hubo para sectores donde no se requería formación.
Actualmente la situación es peor aún si cabe: a la falta de empleos cualificados se unen la carencia de cursos de formación convocados en nuestra ciudad y subvencionados, la inexistencia de algún programa de prácticas para titulados, desde el mes de enero no se convocan programas de prácticas “praxis”(sin remuneración) y los programas SPE's (prácticas en empresas) para titulados universitarios han sido eliminados en nuestra comunidad autónoma. Por tanto las posibilidades se reducen, las empresas dispuestas a recibir becarios se reducen y los profesionales encargados de mover el asunto (Andalucía Orienta) no aparecen por la oficina de fomento económico aún por los problemas ya mencionados.
Me encantaría conocer qué plan tienen para este sector de la sociedad sanluqueña, andaluza y española en general los que nos gobiernan, si deciden de una maldita vez ponerse las pilas y aprovecharnos de alguna forma o siendo sinceros consigo mismos y oliendo sus intenciones, se deciden a hacer lo que realmente buscan, osea decirnos abiertamente que sobramos en este país e invitarnos a tirarnos al mar, o al menos pagarnos un billete de avión a Alemania para que se vaya el sector de la población que puede liderar un país desde el talento que se nos invita a desaprovechar.
