Un recuerdo para Manolo Galán, el hombre que más tiempo se ocupó de la Feria de la manzanilla. En su memoria
Este año a la Feria no acudirá su mayor valedor. Aquel que estuvo como responsable al frente de la misma, el mayor número de años. El que un día me confesó, “Juan José lo mejor de la Feria ¿sabes lo qué es?, el pueblo de Sanlúcar”. Esas palabras encerraban toda la filosofía de vida de este hombre íntegro y singular. Ya no me cruzo con él en la piscina, ya no puedo leer nuevas cosas en tu muro de facebook, tu apoyo con los jóvenes del 15M, ya no vemos al amigo de todos y, sobre todo, de los que más sufren, de los más débiles, también defensor de la causa feminista, del pueblo saharaui, amigo de los animales y gran defensor de la tauromaquia, cosas que tienen toda la coherencia del mundo, y que ejercía desde su palco en la presidencia de la plaza de toros de El Pino. Fiel siempre a sus ideales, enamorado de su tierra, culto, gran lector, con la gran sabiduría que supo absorber el hombre del campo, de la vid, indignado como el que más, de los corruptos metidos en la política que estamos viviendo.
Desde mi labor en la docencia tuve una especial vinculación con Manolo, su padre y su hermano, como alumno, de entonces me llamó la atención la preocupación que emanaba desde su cargo político, por la total escolarización de los niños y jóvenes sanluqueños. Él, que siempre luchó por una vida mejor para todos, la vida no le correspondió como se merecía. Cuando este año ser rompa la cinta que abre el ferial, todos deberíamos parar un minuto y elevar un recuerdo por aquel que la vida le cercenó una primavera. Dónde quiera que esté, descansará en paz porque él era la Paz.
Cuando en la primavera de 2010 me pidieron un artículo para ilustrar la revista de Feria de Sanlúcar de Barrameda, me hice esta pregunta ¿quién es el que más sabe sobre la Feria de Sanlúcar?. No podía ser otro, enseguida pensé en él, en el hombre que más sintió estas fiestas mayores, Manolo me podría facilitar más datos que nadie, porque él estuvo al frente de la Feria desde los comienzos de los ayuntamientos democráticos y por mas años que ningún otro concejal, estuvo al frente de esta responsabilidad. En recuerdo de esta gran persona transcribo desde este portal de noticias parte del artículo para la Feria de aquel año con los datos que, sentado en su despacho de su domicilio particular me facilitó. El artículo llevaba por título “Lazos que no aprietan” editada por Imprenta Santa Teresa, en el mismo hacía un parangón entre las ferias de Sevilla y Sanlúcar y los lazos que siempre hermanaron a estas dos ciudades.
… Las casetas de feria, aunque de titularidades físicas acreditadas que costean su licencia para uso y disfrute de unos socios o reuniones de amigos, siempre tuvieron sus puertas abiertas a lugareños y foráneos para compartir el mismo espacio, el mismo tablao, el mismo baile e incluso, algunas viandas. Y lo mágico de esta hospitalidad abierta y desinteresada se produce sin mediar ordenamiento alguno que lo imponga, como me decía el exconcejal Manuel Galán, a la postre el hombre que durante más tiempo estuvo al frente de esta responsabilidad, de 1979 a 1987. Esta política de puertas abiertas fue algo consustancial con nuestra forma de ser siempre. En sus nueves ferias, este delegado de fiestas tan sólo tuvo que intervenir una vez en este sentido y bastó con una sugerencia a los titulares para zanjar el asunto. Manolo que tuvo también otros cargos como representante ciudadano, nunca abandonaría la delegación de fiestas, ya que, según sus palabras, se sentía totalmente recompensado con las facilidades que le ofrecía el pueblo para montar su feria. Juan José, me dijo Manolo, ¿sabes que es lo mejor de la Feria de Sanlúcar?, por encima incluso de la manzanilla, que es algo que somos único haciéndolo, lo mejor de todo es: la gente de Sanlúcar…
Juan José García Rodríguez
