Y ahora feria??? Pues sí Valentina 

Maestro Liendres.-Admito que a mitad de la confección de este humilde artículo de opinión, y al aparecer la carta de Valentina, sinceramente, tuve que cambiar, porque este tema ha trastornado la vida de personas que trabajaban día a día conmigo, buena gente, apolítica, muy preparados.. pero comencemos. 

Después de Navidades, Reyes, Carnaval, Semana Santa (inacabable durante todo el año), llega la Feria, después o antes, no sé, el Rocío. 

Me cuesta creer que después del dispendio y celebraciones anteriores, se espere, se invierta en gastos públicos y privados, como si fuese la única posibilidad. Es cierto que yo no soy una pandereta. ¿Pero es necesario para celebrar algo, beber más de lo normal, gastar más de lo que se tiene, todo en 5 días, comiendo mal, molestando a los vecinos, corriendo un riesgo por la ubicación, materiales usados, etc.? 

Las ferias y la nuestra también, tienen su ancestro en las ferias de ganado, donde se reunían para hacer trato y donde se celebraba una buena transacción con vino y una tapita, y con muchas tertulias en las que se hablaba de todo y se comunicaban vivencias, conocimientos y muchas trolas. Pero había convivencia, comunicación, etc. que ya no existe ni entre los  habitantes de una misma planta de un edificio. 

 

Decir que eso se hace actualmente en la feria, no sería acertado, porque las tertulias, salvo las comidas de cada caseta, poca comunicación y charla hay. La mayoría de las casetas, más o menos, tienen una componente mercantil, algunas al 100 %, otras ni siquiera son casetas. 

Además para asegurar mas que no haya comunicación, la música (bueno los ruidos), hacen que el lenguaje más usado sea el de los gestos. 

 

Me decía una persona del Área de Turismo del Ayuntamiento, que el 40 % de la plantilla fija (si los funcionarios), se van el miércoles a algún hotel de fuera de Sanlúcar, ya que entre horario reducido, día deshabilitado para el trabajo, lunes de resaca, disponen de 5 días libres. También me indica que un 50 % de las personas que viven en Sanlúcar, no visitan la feria, y la mayoría 

solo van una vez, generalmente en el encendido y otro día más. 

 

Como no somos nadie para juzgar si se debe de ir o no a la feria y por los gustos de cada uno, para eso según dicen vivimos en la democracia, si pensar que para algo servirá cuando todos los partidos, los sindicatos, tienen su caseta, y además la visitan como cuando los dictadores entraban en las catedrales, bajo palio, sin depositar ni un óbolo para el mantenimiento. 

 

Eso sí que el que disfrute, lo aproveche, que el que no, que no vaya, pero sobre todo sean consecuentes y cuídense, porque nadie lo va a hacer por Ud. mejor. 

 

Y si mi querida Valentina, este problema, se ha vivido muy cerquita, desde el año 2011, con personas a las que quiero, honrados, trabajadores, que están sin trabajo, algunos enfermos, sin desempleo, habiendo trabajado algunos en los Ayuntamientos directamente, con más del 50% de diferencia de sueldo que sus compañeros municipales, teniendo conocimiento,  experiencia, disposición. 

 



Desde 2009, los alcaldes y no alcaldes tenían conocimiento de todo lo que pasaba, pero….. 

Había intereses políticos y personales. Si no que venga la Justicia y les cite uno a uno a cada trabajador. No han recibido ni una llamada de esos “compañeros”, a los que ponían en evidencia, por la eficiencia, eficacia e interés. Ni los desvergonzados políticos, todos, que 

aunque dejaron de prestar los servicios, nunca los llamaron, viéndolos día a día ponerse en las puertas de sus despachos, y con un prepotente, no podemos contratar, y tu sabiendo que no es cierto porque para sus afiliados si lo ha habido. Ni caridad ha habido para estos hombres y  mujeres, que de un plumazo los han borrado de la listas, algunos incluso de las del desempleo. 

Pido a la vida, se pase por las de estas personas y les insufle su poder. Y no digo más, siempre  habrá un estúpido… 

 

 

Napoleón Bonaparte, cuando tenía que participar en alguna batalla, contienda, choques, etc. siempre disponía en llevar una camisa de color rojo. Dícese que era por si lo hiriesen, sus soldados no apreciaran el color de la sangre y se desmoralizasen. 

 

Al respecto alguien me ha propuesto un jocoso acertijo ficcionado: 

 

¿ de qué color son los pantalones del Sr Rajoy cuando va a Bruselas?