Buena, bonita y…peligrosa

Estimado Director. Al respecto de tu articulo-denuncia, sobre la “ otra feria” que no ven  los políticos, haciendo bueno el dicho que “ no hay mayor ciego, que el que no quiere ver”, tengo que felicitarte por el mismo, ya que en él se resumen las realidades de esta feria, que estos personajes terminan , como siempre , catalogando de “ positiva” y bla, bla, bla… eso sí, con la ayuda inestimable de los técnicos, que se olvidan que también ellos están al servicio de los ciudadanos, aunque ellos esos días se vayan a un hotel de Chiclana u otra ubicación.

Todos los años, por conocimiento desde el interior, antes de la celebración, tengo la intención de hacer público , un articulo, que siempre al final acaba en mi liendrera ( leonera según mis amigos), porque no quiero predisponer, ni actuar de ave de mal agüero, aunque en el , se pretende, denunciar las condiciones de seguridad del evento. Siempre habrá alguien…

Me refiero a las condiciones de seguridad activa y pasiva, tanto del  recinto como de las instalaciones.

Creo no exagerar que la feria está ubicada en un fondo de saco, casi en la zona más distante de carretera y grandes vías para una evacuación rápida de personas, en caso de una catástrofe. La ya antigua, y casi descartada nueva ubicación, agrava más esta  predisposición.

La acumulación de cocinas, fuegos, etc., en condiciones de eventualidad, próximas una a otras, materiales inflamables, instalaciones eléctricas deficientes o mínimas, la cercanía a viviendas, aglomeración de personas, consumo alcohólico y otras sustancias, por decir de algunas, hacen que año tras año, esto se convierta en una ruleta rusa, en los que sabemos de ello, estamos deseando que termine antes de empezar, y siempre con un pellizco en la garganta.

Todo esto, solo he encontrado una razón, para que se obvie: “es tan bonita¡¡¡”-

 

 A ese grito, incívico, inculto, e irresponsable, se atienen, y se comportan, tanto los que lo dicen, como los que lo permiten.

Hace 20 años, en el Puerto de Santa María, la feria por estas razones, se cambió, en contra de los que defendían lo mismo, fuera del casco urbano. Inicialmente, todos fueron problemas. Se resolvieron, con autobuses lanzaderas, se aumento la superficie del recinto, se evito la incomodidad (mucha y variada) a los vecinos, las condiciones higiénicas mejoraron, la movilidad y accesibilidad ganaron con ello, económicamente se ahorraron gastos de instalación al ser un recinto fijo aprovechando infraestructuras etc.

 

Hoy en día, ya se está buscando, nueva ubicación, ya que prácticamente, está en el límite urbano. Hombre, hay gente que se opone, por costumbre, como anteriormente; pero este es un claro ejercicio de responsabilidad de todas las personas, públicas y privadas que participan en la celebración. Voluntad.

Es evidente, que el analfabetismo, o la incultura, o si quieren el desconocimiento, es muy osado/a. Pero la actitud de estas personas, en el ejercicio de sus responsabilidades, cuando menos, raya en lo temerario, y de una manera voluntaria. Populismo y demagogia por seguridad ciudadana, no es de recibo.

Como se decía en la revista Hermano Lobo: ¿cuándo cambiaran la feria? AUUUUUU….

Con cariño: Maestro Liendres