Nuevos recortes

Pepe Luna.-Por una parte el “estado”, es decir la ciudadanía, todos y todas nosotras, hemos perdido 11800 millones de euros, en la “venta-estafa” al BBV de CaixaBank. Arruinada la caja previamente por la mala gestión de sus administradores, para demostrar que las cajas de ahorro, que llevaban muchas décadas funcionando, no eran rentables, porque “como todo el mundo sabe” lo público funciona peor que lo privado. Venta como decíamos, por tan sólo 1.800 minolles (Como diría Chaves, el nuestro, el de la Junta). Y ésta pérdida es similar a todos los recortes que se han hecho hasta 2013 en Sanidad, Educación…

Por otra, nos anuncian nuevos recortes a las Comunidades Autónomas, es decir, otra vez a la ciudadanía, todos y todas nosotras; en sanidad implantando el copago …, en educación disminuyendo plantillas, aumentando ratios… y continúa el dislate con Justicia, funcionarios/as… esto es más de lo mismo.

Cuando empezábamos a creernos que la economía mejoraba, resulta que lo que sigue mejorando son los estipendios de los Bancos y sus adláteres de la “casta” político económica, el famoso 1% que si miramos bien las estadísticas de las rentas de ingresos mayores de 150 000 euros anuales (25 millones de las antiguas pesetas de sueldo anual, siendo generosos) son en realidad el 0,33% de las personas que tributan. Pocos y muy bien pagados los que no dejan de mejorar su situación, en detrimento de los seis millones de parados/as o de los nueve millones de pobres y precarias, que mirando la luz del túnel podemos terminar siendo pillados por el tren.

Pero resulta, que las más de 80 familias de las “Corralas de la dignidad” en Sanlúcar han puesto en peligro el pacto de Gobierno de la Junta de Andalucía, y ahora sí, hay un generoso banco ¿? dispuesto a donar 20 graciosas viviendas, para los más de 500 demandantes inscritos en las listas municipales, que llevan más de dos años cerradas a cal y canto, ¡no paran de apuntarse!.

Está bien lo que bien termina, pero 20 viviendas entre muchísimos más que los 500 inscritas en listas de espera, que se atreven a manifestar como los legítimos, es una cuenta compleja. Tendrían que residir 25 familias en cada vivienda, si sólo contamos con los 500 inscritos. Pero qué hacemos con los centenares que no les dejan inscribirse. Y que hacemos con las familias actuales que han ocupado viviendas en el Carril, en Bonanza, en el Barrio, en la plazoleta, Almendral o esquina Mesón del Duque, que la mayoría no están siquiera inscritas, es que ya se ha resuelto el problema y la dignidad, ahora sí, de toda Sanlúcar ante este estado de cosas. Echamos a pelear pobres contra pobres, o nos ponemos decididamente del lado de las más necesitadas y paupérrimos, exigimos a los políticos que se impliquen hasta mancharse o asustamos a las mayores diciendo que “te van a quitar tu casa”, que no se merecen “ocupar” porque “yo pagué mi piso” y no es justo que ellos no paguen.

Nos dan una lección cuando se organizan en asamblea por Corralas, ponen orden, limpieza y solidaridad por encima de ruindades. Se coordinan con representantes (hombre-mujer de diferentes familias) todas las Corralas. Coordinan la distribución de productos de primera necesidad que les llega de actos solidarios. Hacen cocina comunitaria y la ponen a disposición de vecinos ajenos a la Corrala que necesitan alimento… es una revolución cultural en marcha. No ocupan pisos que no estén en desuso, deteriorados y que sean de propiedad de bancos o de desfalco de constructores en quiebra, que terminan a su vez en manos de los bancos. Con el objetivo que se deterioren, sean saqueadas para un futuro derribo y posterior construcción de nuevas viviendas para volver a hacer el magro negocio de estafarnos.

Una ciudad, con un nivel de desempleo y con una economía sumergida inconfesable, donde todos callan para evitar una situación de explosión colectiva en una sociedad en estado de autentica emergencia social, la Sanluqueña y la Andaluza. Y viene aquí, el tan esperado Gobierno de Izquierda, acordando con la banca el regalo de 20 viviendas, en régimen de alquiler y a saber a quién le tocará. No se les ocurre exigir la puesta a disposición social de todas las viviendas infrautilizadas de la banca, hacer, eso sí, un autentico listado de dichas viviendas, y una distribución y seguimiento social de las necesidades y necesitados de dicha ayuda social… Un compromiso decidido con los más pobres de los pobres y abiertamente cuestionador de los privilegios de la banca, de los poderosos, de los de arriba, y de los que sin serlo se creen parte de esa casta tan antisocial como parasitaria y poner en cuestión la propiedad de la banca a la que tan generosamente hemos contribuido a mantener viva, dentro del sistema, del régimen y para ellos.