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Canallas y asesinos los hubo en los dos bandos
 
 
 
 
 
 
 
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17 de Agosto de 2008

Historiadores,politólogos,antropólogos y psicólogos.

Domingo Rodríguez Lagomazzini.-Me gustaría comentar dos o tres artículos aquí publicados –al menos los que he visto– de un tal José Luis Zarazaga, a quien los temas relacionados con el cristianismo y la aristocracia parece provocarle sarpullidos. No obstante hay que aclarar que fue amiguete, o eso dice, de la Duquesita –roja, pero Duquesita–; toda una contradicción. Pero al grano. Zarazaga afirma que es historiador –palabra muy fuerte–; además licenciado en Ciencias Políticas y estudiante de Antropología y de Psicología. Aunque de historia, ni zorra. De gramática y ortografía, todavía menos. Y de respeto, mucho menos aún.

El homenaje a la Infanta Beatriz de Sajonia en la Escalerilla de los Perros es tildado por Zarazaga de vergonzoso. Así de claro. Dice haber estudiado a fondo, como cualquier historiador que se precie –y ésto es textual–, la biografía de doña Beatriz, llegando a la conclusión de que para nada es merecedora de este homenaje, y muchísimo menos del respeto de nuestro pueblo.

El historiador basa irrefutablemente su tesis en el hecho de que el hijo de la Infanta formó parte del bando nacional durante la Guerra Civil. Y se queda tan pancho. Lo que no sabe el historiador –permítanme repetir la palabra, me hace gracia– es que, más allá de ideologías y fanatismos, los cuales no debemos permitir que nos cieguen, doña Beatriz desarrolló una importante obra social y caritativa en Sanlúcar.

Costeó en 1941 la construcción de la Casa de Maternidad y Dispensario de San Ildefonso, donde dieron a luz miles de mujeres de las clases más desfavorecidas. Y sufragó los gastos dándoles sablazos a los suyos, ya que a ella, debido precisamente a las guerras, le expropiaron gran parte de sus propiedades. Es posible incluso que nuestro historiador haya nacido allí si realmente es sanluqueño y del 63.

El caso es que la Infanta ejerció de enfermera hasta su muerte en 1966, y su viudo don Alfonso de Orleans-Borbón donaría la casa incondicionalmente a la Cruz Roja. ¿Qué tipo de estudio ha realizado Zarazaga sobre la biografía de Beatriz de Sajonia? Desde luego es fiable y contrastado. Por los cojones.

Para mí que ha hecho un copypaste de la Wikipedia. Y si no, comprueben. Además, mezcla churras y merinas. ¿Qué tienen que ver aquí los gobiernos de izquierdas, los republicanos, los nacionales y la madre que los parió? Ahora me va a decir el historiador y politólogo Zarazaga que la Guerra Civil la perdió Bambi.

Como dijo Reverte, es cierto que a la guerra siguió una dictadura infame, pero hay que puntualizar algo importante: españoles todos, llenos de rencor, canallas y asesinos los hubo en los dos bandos. Y lo más triste es que ahora, en pleno 2008, ciertas personas están empeñadas en ganar por la cara, setenta años después, las guerras que perdieron sus abuelos, o los míos.

El franquismo sometió a España a una represión brutal, cierto; pero de haber ganado la República las fosas comunes también habrían sido numerosas. Y no digamos si hubieran vencido los tipos duros del partido comunista, entonces sujeto al padrecito Stalin.

Referente al tema de los actos conmemorativos por la llegada de la Patrona a nuestra ciudad hace 400 años, el historiador, politólogo, antropólogo y psicólogo Zarazaga, pese a ser ateo, muestra su respeto hacia la religión, calificando la tradición de las alfombras de sal como "espectáculo digno del mayor de los circos". Un respeto algo peculiar. Además le duele profundamente que con las alfombras de sal "se tira dinero público, el cual pagamos creyentes y no creyentes".

Tampoco sabe Zarazaga que la sal es donada por las Salinas de Bonanza. Pero lo más grotesco de todo es la fiebre ecologista que padece. El delirio le hace decir que la sal "es teñida de colores con productos químicos sin control" e "inutiliza los suelos donde se vierte" que, por cierto, son de granito. Y, el colmo de los colmos, es bochornoso el "gasto desmesurado de energía por culpa de la iluminación festiva".

Supongo que se referirá a las bombillas que suelen colocar en la calle Ancha en estas fechas. Si quiere el señor Zarazaga, ya puestos podríamos suprimir también la Feria de la Manzanilla –que seguro gasta más–, porque habrá a quien le guste, pero habrá a quien no, y ésos también tendrán derecho a decidir dónde van sus impuestos.

 Y ya para terminar, el broche de oro. Lo más bonito de todo es cómo remata la faena el historiador, politólogo, antropólogo y psicólogo –vuelvo a recalcar lo de historiador–, sentenciando que su difunta amiga la Duquesita le confesó que la Virgen de la Caridad fue "fabricada con una muñeca" perteneciente a la familia Medina Sidonia.

No me cabe en la cabeza que un historiador, y más sanluqueño, pueda creer eso. Hasta los niños sanluqueños de 10 años –que no son historiadores– saben que la imagen de la Virgen fue traida a Sanlúcar por el alférez Pedro de Rivera y Sarmiento en 1608, y posteriormente pasaría a ser propiedad de los Duques, quienes además le dedicaron el santuario y fundaron en torno a ella la hermandad de la Caridad. Muchos honores para una muñeca.

Por cierto, Sanlúcar es una de las ciudades con más templos por habitante gracias a los Duques precisamente. La Casa de Medina Sidonia auspició desde el siglo XV la llegada de numerosas órdenes religiosas que se instalaban aquí para luego partir a evangelizar el Nuevo Mundo. Sanlúcar, puerta de América. Pero todo eso lo conocerá de sobra José Luis Zarazaga. El historiador

 
 
 
 

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