La realidad de la accidentabilidad aérea

Seguro que ahora se levantará una enorme alarma social, donde se comentará lo peligroso que resulta viajar en avión y los riesgos que entraña el despegar los pies del suelo para emular a las aves. Pero analizando fríamente la realidad, encontraremos otras verdades que nos pasan más desapercibidas, quizá por estar acostumbrados a oírlas diariamente, quizás por hacer oídos sordos y no querer ver la realidad. Y la realidad consiste en que el año pasado fallecieron en nuestras carreteras un total de 2.741 personas, de las cuales no creo que todas fueran bajo los efectos del alcohol o con exceso de velocidad; la realidad consiste también en que el pasado año los accidentes laborales se cobraron 1.352 vidas en España, vidas de gente que simplemente realizaba su labor a cambio de un jornal. Fíjense en el dato, 2.741 víctimas de accidentes de tráfico y 1.352 fallecidos por accidente laboral en España, cuando se produjeron el pasado año en todo el mundo un total de 136 accidentes de avión que se cobraron la cantidad de 965 víctimas (en todo el mundo, repito).

Claro está que los pasajeros del vuelo accidentado no tuvieron control sobre la situación ni pudieron poner ningún medio para evitarlo, pero no lo es menos que la mayoría de las víctimas anteriormente citadas probablemente fallecieron al no poder poner fin a tiempo a la situación de riesgo que les costó la vida.

Es más fácil tener un accidente de circulación o un daño a consecuencia del trabajo en España, o una cosa tan insignificante como nos puede parecer un accidente doméstico que ser víctima de un accidente de avión en el mundo.

Así que invito a todos los lectores a que, a pesar del miedo que se levantará en los próximos días a la hora de coger un avión, confíen en la pericia del piloto y sepan con certeza que lo más probable es que lleguen a su destino sin ningún contratiempo; del mismo modo, los invito también a que cuando se pongan al volante de un vehículo extremen las precauciones, no solo por la parte que les corresponde, sino también poniéndose en la piel de los otros conductores y siendo prudente y tolerante.

En referencia a los accidentes laborales … qué les voy a decir yo: simplemente, que exijan que se cumpla la normativa de Seguridad en sus trabajos, y que no tengan conductas que entrañen riesgo para su integridad física, tanto por su bien como por el de sus seres queridos.