El nivel institucional en Sanlúcar de Barrameda
Mark Felt.*-Son muchas las cualidades que ha de ostentar un buen alcalde o alcaldesa, pero en este artículo me voy a ceñir en dos de ellas. En primer lugar, tiene que ser legítimo , o lo que es lo mismo ,ha de ser elegido directamente por los ciudadanos, requisito que nuestro alcalde accidental no cumple. Llegó al puesto de rebote, como consecuencia de una huida sin precedentes que protagonizó nuestra querida Irene García, adalid de las sonrisas y especialista en no solucionar ni un solo problema que asolaba a Sanlúcar.
La segunda característica, y de la que también carece nuestro alcalde se explica con una frase utilizada por un profesor de mi época universitaria, cuando nos motivaba para luchar por nuestros sueños “ a cara de perro “, sin contemplaciones ni miramientos. Desgraciadamente nuestro alcalde interino no lucha por Sanlúcar, le da exactamente igual que la Junta de Andalucía no destine ni un solo euro para nuestra ciudad, le importa más bien poco que nuestra querida Sanlúcar ocupe una posición secundaria para las administraciones. Mientras que otros alcaldes se encierran para conseguir obras y proyectos para sus pueblos y ciudades, el Sr. Mora se encierra en los plenos, dando órdenes para evitar que los ciudadanos den su opinión, y cerrando a cal y canto el Ayuntamiento para seguir en su burbuja de cristal que tiene fecha de caducidad en el 2015.
Es vox populi su ausencia en determinados actos importantes de la ciudad, un ejemplo de ello es su no participación en los premios Capitán de Galeones de la Fundación Puerta de América dónde asistió el embajador de Colombia.
Un alcalde debe serlo y parecerlo. En el caso de Sanlúcar, ni lo uno ni lo otro, porque el ser y el parecer se ocultan en la falta de gestión, en la falta de compromiso, y en la más absoluta dejadez a nuestra Sanlúcar, que languidece como consecuencia de los gobiernos de PSOE y de pseudo independientes, nacidos para vivir por y para los recursos municipales.
Sanlúcar necesita un alcalde o alcaldesa que luche por nuestros intereses, que se enfrente a quien haga falta para traer obras y proyectos a nuestra ciudad, que dé la cara día y noche, y no un perfil bajo que sobrevive gracias a las ayudas de otras administraciones públicas, porque existe una incompetencia absoluta para gestionar los recursos de los que dispone la Administración Local.
Víctor Mora llegó a la alcaldía de la misma forma que un soldado raso llega a Capitán general de la noche a la mañana. Los resultados tanto en un supuesto como en otro son negativos. Sanlúcar no crece cuando no existe preparación y la batalla no se gana si no se cuenta con experiencia.
Las consecuencia de este nulo liderazgo e inexistente presencia en las instituciones la pagamos una vez más los sanluqueños, ese pueblo con tantos recursos culturales, económicos y sociales y con tan pocos recursos útiles en el equipo de gobierno de nuestra ciudad.
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