Carnaval incívico

Concepción Cruzado Begines.-Carnaval incívico Sí, es cierto, el Carnaval debe ser alegría, diversión, éxtasis, júbilo, etc., pero no a cualquier precio, no de cualquier modo, no con los niveles de permisividad que pudimos ver, lamentablemente, en el pasado 2014 en nuestro pueblo, Sanlúcar. Mucho colorido, sí. Mucha alegría que, contagiosa, dibujaba con facilidad una sonrisa en nuestros rostros, también. Pero, desgraciadamente, todo ello aderezado con demasiado alcohol y, lo que es peor, a la vista de cientos de niños que ven cómo el mayor ejemplo de diversión que pueden ofrecerle sus mayores es el de “disfrutar bebiendo”. No se entiende cómo es posible que un espectáculo público pueda ir acompañado de tal nivel de permisividad, derivando todo ello en una bacanal que lejos de divertir y hacer disfrutar, por momentos hacía sentir verdadera vergüenza ajena y auténtico pavor al pensar cómo estamos educando a nuestros menores al llevarlos a presenciar un espectáculo tan poco ejemplar como éste.

Obviamente, al decir todo esto no se pretende menospreciar ni el gran trabajo de muchos de los grupos que formaban aquel pasacalles carnavalesco, ni lo importante que es el hacer disfrutar a los niños como muchos de ellos supieron hacer (en este sentido hay que hacer una mención especial, por ejemplo, a la carroza que homenajeaba a la famosa saga de Star Wars), pero resulta intolerable que muchos adolescentes (y no tan adolescentes) usaran tan divertida fiesta para practicar su deporte favorito: beber y hacer su pasacalles copa en mano y en un estado de embriaguez que ni el mismísimo Baco, sirviendo con ello de maravilloso ejemplo y modelo de conducta para los más pequeños. Por todo ello, y dado el obligado tono negativo inicial del presente texto, deseo terminar lanzando un mensaje positivo, que no puede ser otro que el deseo de que este año no se repita tan ominoso espectáculo y que entre todos seamos capaces de convertir el anterior “zafio carnaval de la copa” en una colorida fiesta en la que solo quepa hablar del maravilloso y encomiable trabajo realizado por todos los que la hacen posible con su esfuerzo e ilusión.