Manuel de la Rosa.-Nombrar la esclavitud nos retrotrae a la adquisición de "maquinaria humana" para las colonias del Nuevo Mundo, nos huele a cuando hordas de esclavistas europeos y nuevos habitantes de las Américas visitaban la isla de
Goré (Senegal), al lado del conocido Dakar, para “cosechar” mano de obra barata, en un “tris tras”… la bella libertad, y la vida se truncaba, las personas se convertían en pura mercancía, que lo mismo se podía vender que comprar o eliminar.
Parece un retazo de historia pasada, pero la realidad sigue latente aún, el gigante americano visitaba estos lugares, como seguro seguirá haciéndolo ahora, fundamentalmente porque necesita controlar el mundo como zona estratégica, necesita el oro negro (que tan crudo se le ha puesto en Oriente Próximo) y como no en épocas de elecciones busca el voto negro… tiempo al tiempo.
Hoy siguen existiendo los grilletes, a diferencia de que en lugar de ser de hierro oxidado, son de color dorado, del color del oro, del dinero que todo lo compra y por el que todo se arrodilla. ¿Qué ha cambiado de la Historia? Nada todo sigue igual, los protagonistas son los mismos: de un lado los poderosos, los ricos y de otro los pobres, los que están en contra del poder, sin duda alguna los más débiles.