"Más vale un mal pacto, que un buen litigio, y estos pueden durar una eternidad."

Maestro Liendres.-No pretendo dar opiniones ex cátedra, acerca de la aparición de nuevos partidos en el panorama político, como consecuencia del llamado bipartidismo. Siempre he creído, que lo que ha ocurrido es que los que estaban, estaban acomodados, arrellanados en una posición de que ocurriese lo que ocurriese, ellos tenían aseguradas sus nóminas y sus estructuras continuistas, independientemente de lo que ocurriese en la calle, de los llantos lastimeros de  la población, de sus necesidades de sus sufrimientos, de la pena de estar vivos sin vivir. Solo han tenido que recoger, con disposición , esas llamaradas, para hacer una hoguera ficticia, donde quemar los derechos consolidados inexistentes, y con  la única excusa, de patrias, derechos de franquicias, y los medios de comunicación partidistas.

Y mi razonamiento, tiene entre otras bases, que a pesar de la presumible (por imperativo legal), ristra de delincuencia de los gavioteros, sigan obteniendo votos, a niveles de opciones de gobierno. Y que los que “tienen un ratón y un canónigo”, entre los presumibles (imperativo legal) por entre otros, los eres que eran y siguen siendo” y su lex: más vale socialista muerto, que en mi franquicia, vayan en la misma dirección que los otros.

 

Cierto, la revolución no se ha producido; aunque yo creo que si se ha hecho, eso sí, cívicamente y con conciencia social.

En nuestro pueblo, de los partidos históricos (al menos con una elección a sus espaldas) solo han incrementado sus votos, los de la plaza de la paz, los demás bajan, y los del golfus de cadix, permanecen, a la espera de que, dado su carácter plástico y elástico, la del ratón, no le quede más remedio, que llenar los votos que le faltan, con cualquier cosa: carne o pescado.

Por último, la defenestración del partido unipersonal, sus felicitaciones generalizadas, sus “cosas” productos de un insomnio pertinaz continuado. Demasiado ha durado.

 

Por tanto, como es más difícil un pacto entre tres que entre dos, a la franquicia del canónigo, solo le queda la opción de irse a implorar a la plaza de la paz, (no, a la iglesia de la O, no), donde los que habitan, deben de ser lo que nunca han sido, reflexivos, pacientes, antifundamentalistas, y  olvidarse, porque no lleva a nada, ahora es tiempo de gobernar, del espíritu del cine San Agustín. Con orgullo pero sin prepotencia. No todos están, en las listas, ni todos  son afiliados. Pero están más cerca de la gente, y la honradez de su lista, ha dado sus frutos. Para gobernar o negociar, no tienen que servir los mismos, casi nunca ha sido así.

 

Como colofón, si gobernáis, recordad, que no sois una central sindical, ni un centro de recogida, ni los flowers powers, ni asustaviejas, sois lo que los sanluqueños necesitan en estos momentos.

Suerte a los sanluqueños.

Más vale un mal pacto, que un buen litigio, y estos pueden durar una eternidad.