8122 personas ¿preocupadas? Por la educación.
En estos días, en más de 8ooo municipios de todo el país se han nombrado personas encargadas de velar por la calidad educativa de su pueblo o ciudad. Y todas esas personas, bucearán dentro de las competencias municipales buscando cómo afrontar las deficiencias educativas de su localidad. Observarán las infraestructuras, la oferta de plazas educativas, las peticiones de las A.M.P.A.S, las actividades culturales a realizar en los centros, talleres de concienciación sobre diferentes temas…
Echarán una ojeada al tema de los recursos humanos disponibles en los centros, las leyes educativas siempre cambiantes, la falta de personal de apoyo indispensable. Si el color político de un municipio coincide con el actual gobierno central o autonómico, harán como que no han visto nada y dirán: no tengo competencias. Si coincide con el color político de la alternancia (que no alternativa) dirán: no puedo hacer nada porque los otros no me dejan, y servirá de punto de partida para iniciar la carrera electoral hacia las elecciones generales.
Pocos, muy pocos, demasiado pocos, lanzarán una mirada amplia hacia sus centros educativos, y buscarán la raíz (eso es cosa de radicales) de la situación educativa actual. Envueltos en la burbuja municipal, muy pocos ahondarán en cómo afecta a los educandos las situaciones de desigualdad social, de injusticia y exclusión. Muy pocos, demasiado pocos, cuestionarán el sistema neoliberal imperante, defendido desde posicionamientos económicos por los dos partidos sustentadores del bipartidismo y por sus recambios tranquilos.
No cuestionarán la ideología de la individualización, apoyada por un lenguaje globalizado, estandarizado, establecido mediante una hegemonía cultural incrustada desde los poderes financieros. Lenguaje carente de ética, que implanta la competencia, la eficacia, los estándares de calidad, el beneficio, la adaptabilidad, la privatización de los servicios básicos y el libre mercado como nueva bandera a defender, y colocando a quienes luchamos por una sociedad absolutamente opuesta a este pensamiento, como fuera del sistema social y que pretende destruirlo.
La apatía y la falta de participación, no forma parte de nuestro A.D.N. Es un esquema establecido, apoyado e insertado en nuestra sociedad (y en nuestras escuelas) por quienes desde el poder financiero y sus marionetas políticas, no desean un pueblo culto, crítico y autónomo.
Cualquier concejal delegado/a de educación, de cualquier ayuntamiento de nuestro país, ha de ser capaz de tener esa mirada amplia, y estar dispuesto/a a liderar una lucha sin tregua, sin institucionalismos ni partidismos, dirigida a construir desde la base, una sociedad distinta y transformadora, capaz de enfrentarse de forma directa con los poderes establecido, con esos poderes fácticos, que dominan los pueblos sin pasar por la urnas.
Si no son capaces, serán simplemente unos gestores más, técnicos asépticos que gestionarán la miseria, la desigualdad y la injusticia social.
Gloria Jurado
Madre de Marea Verde y coordinadora de relaciones con los movimientos sociales de PODEMOS Sanlúcar de Barrameda.
