Espacio público o …..

José Luis Zarazaga Pérez.-Hoy este humilde desarticulista esta un tanto asombrado al ver como una ley digamos que no escrita sobre los cien primeros días del desgobierno ha pasado a ser sencillamente papel mojado. Ciertamente la oposición está para lo que está, controlar y fiscalizar, o al menos eso nos hacen creer, pero si es cierto que hay una cita que nos dice: “ningún hombre por rico que sea puede comprar su pasado”. A través de dicha cita quiero felicitar a todos los miembros que forman la presumiblemente oposición ya que unos u otros lo harán con mayor o menor fortuna, esperemos que todos tengan memoria, que todos recuerden sus actuaciones pasadas, que revisen sus tuits, algunos sus intervenciones en los plenos, que miren con lupa lo que colgaron en el facebook, que no me digan que no se acuerdan ya que cada uno es víctima de su pasado y más cuando se ocupa un cargo o un espacio público.

Quiero recordar que cuando mi amigo Antonio Prats que ya no está de cuerpo presente en el Pleno Municipal, se autoproclamó como portavoz del Grupo Andalucista asumiendo las funciones del funcionario de Empleo, ciertos críticos se rasgaron las vestiduras y lo pusieron como las hojas del perejil, vamos que San Pancracio se quedó sin suministros.

Tal como nos ha recordado el Mirabreño en un pasado artículo la memoria es muy mala, no se puede borrar lo que nos interesa ya que para eso están las hemerotecas, sobretodo el facebook que es un arma de doble filo. ¡Hala que casualidad más extraña, un miembro de la oposición se autoproclamado Portavoz del Grupo Municipal de Izquierda Hundida y asume las funciones del funcionario de empleo!.Y digo yo “Viva la política que se ejerce por amor al arte y a su pueblo que para eso le han votado: quien esté libre de pecado que lance la primera piedra y si es de la CalleSantoDomingo mejor”, solo me queda añadir lo siguiente: “A Dios rogando y con el mazo dando, ¿Cómo es posible criticar los gastos del nuevo Equipo de Desgobierno cuando no se predica con el ejemplo?”

Vamos a dejarlo ya que no es plan, solo ha sido una pequeña introducción de que lo que entendemos como el uso de lo público pero lo que verdaderamente importa en nuestra localidad es el uso o el abuso de la ocupación del espacio público. Sanlúcardigital siempre se ha definido o se ha caracterizado por la libertad de expresión y el respeto en la crítica aunque algunos crean que los árboles les impiden ver el bosque. Mi insigne editor ha sido siempre un fiero defensor del espacio público, han sido constantes sus artículos sobre la ocupación de las calles y plazas con sillas, veladores y un largo etc. Que hacen bastante difícil el derecho a tener un negocio con la convivencia ciudadana. Irónicamente llegados a este punto le recordaré que el es un firme usuario de veladores que ocupan abusivamente el espacio público: “A Dios rogando y con el mazo dando”.

Sanlúcar en los aspectos relacionados con el espacio público parece siempre ir a contracorriente. En todos lados crece el convencimiento, tanto en el ámbito institucional como en la población en general, la necesidad de promover una movilidad sostenible destacándose la necesidad de facilitar los desplazamientos a pie y la recuperación del espacio público para el paseo, el juego, la socialización y todo aquello que ha definido siempre el saber vivir nuestras calles y plazas.

Esto que acabo de comentar en nuestra localidad es una quimera, calles, plazas, postes, farolas, jardines, parques si es que los hay y un largo etc, han sido ganadas u ocupadas por el abuso de propaganda, expositores, mesas, sillas y lo que se le ocurra a cualquiera. Esto no solo afecta al paisaje de nuestra ciudad, a la visión turística de nuestro casco histórico, playas y zonas de paseo, constituye también un caso de contaminación acústica y visual.

El considerar en Sanlúcar que el espacio público es el rabo de tócame Roque es tan normal que hemos asumido con total normalidad que los carteles publicitarios cubran farolas, postes paredes y si hay, algunas zonas verdes. Vemos muy normal como una proliferación de comercios, especialmente en la Calle Barrameda ocupan el acerado con gran cantidad de cajas de frutas y verduras que a veces impiden el paso y nos obligan a circular por la calzada destinada a los vehículos. No nos quejamos cuando vemos como la Calle Ancha, Plaza de San Roque, Plaza del Cabildo y calles aledañas son ocupadas con una cantidad de sillas, mesas, mamparas y macetones , eso sin contar con todo tipo de tenderetes y el top manta, que hacen imposible el circular libremente por dichos espacios.

Si nadie pone remedio y espero que el nuevo Equipo de Desgobierno tome nota., Sanlúcar al igual que otras grandes urbes camina hacia el modelo neoliberal que establece que la ciudad está en venta y sus espacios e infraestructuras también.

Todo este proceso de ocupación viene ya de largo, se ha justificado siempre por el incivismo de los sanluqueños y en vez de implementar programas educativos lo que se implementa es medidas de urbanismo preventivo.

Se eliminan los bancos o se alejan unos de otros con lo que se nos inculca la idea de que no están puestos ahí para conversar, sino simplemente para sentarse un rato y punto. Cierran los pocos espacios verdes como la Plaza de los Scouts, Transforman los jardines en plazas duras como la de los Cisnes, Sor Ángela, San Francisco y un largo etc., son plazas de paso, donde no se puede parar, donde no hay sombra de árboles y donde es más fácil sustituir todo eso por terrazas de bares.

Nuestra localidad registra ya una sobreexplotación de terrazas sin que haya un equilibrio entre el ocio consumista y el no consumista. Sanlúcar nunca ha contado con un equipo de desgobierno que haya desarrollado una serie de políticas que favorezcan la apropiación del espacio público como un espacio de relación personal, solo hay que pensar en plazas como la de los Cisnes, Cabildo, plazas duras de granito bajo la coartada de que es más fácil mantenerlas.

La solución a todo esto es muy complicada pero hay que generar una serie de políticas y protocolos que permitan una gestión más comunitaria y social para que cualquier persona que quiera realizar un evento pueda hacerlo mucho más fácilmente, ya que uno cuida lo que uno siente como suyo y si no se generan una serie de lazos afectivos con el espacio y no hay una apropiación ciudadana de las plazas la gestión si que será mucho más costosa.

Para finalizar ya que no quiero extenderme solo quiero decir que no está escrito en ningún lugar, no existe un manual de uso de nuestras calles y nuestras plazas, es tan legitimo o por lo menos debe de serlo, el poder pasear con libertad, dormir la siesta, hacer gimnasia en la calle como besarse en los bancos públicos. Tal como decía Secchi, nuestro espacio público es un campo de batalla como cualquier otro y si nosotros no hacemos ciudad, otros la harán por nosotros.