30 de Junio de 2015 |
Izquierda Unida y Podemos, una cuestión de marcas
Con lo que cuesta hacer una marca, me parece normal que la marca Podemos no quiera diluir, en nombre de otro nombre, el nombre de Podemos. Frente al cual, la marca Izquierda Unida no cotiza ni como unidad de la izquierda, que nunca ha sido, ni como marca blanca del Partido Comunista. Es la segunda vez que al PCE le dicen no desde su propia orilla. Antes fue el no de Felipe González a Santiago Carrillo. La lucha eterna del comunismo utópico (ideológico: el real o histórico es invento del anticomunismo) ha sido siempre buscar pareja que acepte su petición de mano. Cuando el comunismo puede y debe ir solo. El comunismo tiene su propio hueco como inteligencia práctica sin vestir ropajes transversales de ecología, feminismo o pacifismo, que el comunismo incluye.
Las hojas del bosque Izquierda Unida no dejan ver el suelo: el comunismo a secas. En el siglo 21, ser comunista es creer en un mundo sin la explotación del hombre por el hombre, hacia la igualdad social. Es todo. Y es mucho. Otra cosa es que el comunismo siga siendo un partido. Yo, el comunista, dudo que volviera a coger carné ni a someterme a disciplina. Sí militaría, ya milito, en las ideas con base en el materialismo histórico y en el pensamiento dialéctico. Con esas luces, doy la razón a Pablo Iglesias y quito a Garzón su pretensión altiva. El oso Podemos no quiere hacer el oso hormiguero con la hormiga Izquierda Unida. Comunistas de Izquierda Unida: disolved las siglas, salid del ropero y engrandecer la marca. Y si sigue un partido comunista no se le ocurra presentarse a elecciones. Que fluya el voto útil. Se está viendo una España sin PP. Ahora supongamos que el PP antes de morir logra cambiar la legislación para que gobierne la lista mayoritaria. Y supongamos que la lista más votada es Podemos.
Daniel Lebrato
Pinza del 30 del 6 de 2015
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