Van a renovar las licencias de venta ambulante
Leo con desasosiego en el semanario local que el consistorio que nos gobierna va a renovar las licencias de venta ambulante. Y me desasosiega porque, en mi opinión, indica que los actuales gobernantes locales, que a Dios gracias ganaron las elecciones, no saben donde van; a menos, claro está, que no les haya dado tiempo a saberlo y sea ésta la última renovación.
Porque seamos claros: ¿le conviene a Sanlúcar esta renovación?, ¿le conviene a algún colectivo sanluqueño?. Por más que me retuerzo las neuronas no caigo.
El artículo habla de tres zonas de venta ambulante. La primera es la de los miércoles en la Dehesilla; es semanal y situada en las afueras. No se si interesa a Sanlúcar, pero no parece que haga mucho daño. Los comerciantes locales, ¿están de acuerdo?. A mí no me encaja en la idea que yo pueda tener del futuro, pero no estorba mucho. Los concejales sabrán cómo se inserta en su proyecto de futuro (porque tienen uno, ¿no?).
La segunda, y para mí paradigmática del desastre que es Sanlúcar, es la que se sitúa en la plaza de San Roque y por la calle Isaac Peral. Consiste en una serie de puestos de mercancías baratas, sin ningún interés que no sea su pretendido bajo precio. Y lo que consiguen con extraña perfección es estorbar el paso hacia la plaza de abastos.
Supongo que todos estaremos de acuerdo en que uno de los atractivos de la ciudad es la plaza. Todos sabemos de gente viene a hacer la compra de pescado, frutas, verduras, etcétera a la plaza. Recordamos que era una de las razones por la que el aparcamiento no se podía hacer en el sitio lógico, la antigua estación de tren: tenía que estar cerca de la plaza.
¿Por qué entonces estorbamos el paso dejando menos de dos metros de paso por la calle Isaac Peral?. Un aficionado a la plaza como este que escribe está espaciando sus compras por no soportar el barullo, los apretones, la mera visión de esa fila abigarrada de puestos sin interés.
Si el ayuntamiento lo que quiere es una Sanlúcar de turismo barato, debe quitar lo que molesta el paseo y la visita al mero centro de la ciudad.
Si el ayuntamiento lo que quiere es un turismo menos barato, aumentar el gasto medio del turista, debe quitar lo que molesta el paso a la plaza.
Si el ayuntamiento quiere mejorar las vistas y mostrar una Sanlúcar hermosa, debe quitar lo que afea una calle y una plaza tan curiosa como la de San Roque.
Si el ayuntamiento quiere favorecer a la nueva gran superficie, debe quitar lo que estorba a sus ventas.
Si el ayuntamiento quiere ayudar a las bodegas, debe quitar lo que estorba el paso (a la Cigarrera, por ejemplo).
En fin, no entiendo qué proyecto de mejora de Sanlúcar, me guste o no, puede incluir el mantenimiento de esos puestos. Por favor, que alguien me escriba si se le ocurre un proyecto que pueda favorecer esos estorbos públicos.
Lo que me lleva a pensar que, quizás, el nuevo consistorio todavía no tiene un proyecto de mejora de Sanlúcar y, por tanto, se dedica a gobernar con ese “buenismo” tan en boga que consiste en decir que sí a todo el mundo. ¡Caramba, si el arte de gobernar, como el de educar, consiste en saber cuándo y cómo decir que no!.
No me extraña. La situación de ruina que han encontrado, los años de esquilme, las décadas en donde toda destrucción valía por que ¡tenemos tanto!, tanto laurel marchito…
Pero es en esta situación difícil donde es más importante tener clara una estrategia, saber dónde invertir tiempo y dinero escaso y dónde no. No se puede gobernar con la esperanza que alguien construya un puerto deportivo: ¿para qué el puerto? ¿en que estrategia encaja?.
Sigo proponiendo que es necesario un concurso de ideas. En fin, sigo deseando suerte a este consistorio y sigo confiando que lo harán bien.
Santiago Gallego
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