Maestro Liendres.-Como tantas veces, y no por reiterativas, estamos a las puertas de unas elecciones “bis”, por un importe de 170 millones de euros, del erario público. Yo como siempre con mi voto en blanco en el bolsillo, y sin ganas ni necesidad de explicar o convencer a nadie de sus  bondades/maldades.

La idea de que los que se dedican al negocio de la política, están haciendo su agosto, septiembre… no es nueva, pero también la idea de que se están riendo de los ciudadanos a cara descubierta, tanto con nuestro propio conocimiento, como de la persona, que supuestamente y según el libro gordo, y por lo visto intocable, ha de evitar estos desmanes y falta de respeto.  Una imposición hereditaria, anacrónica y sola para los que creen que los llamados símbolos de la nación son sagrados, y no una representación de un conjunto de personas, llamados españoles. Siempre estos deben de estar por encima de aquellos.

Los azules, según los sondeos, y a pesar de la extensión y variedad de los presuntos y no presuntos delitos, y escándalos, en los que en la mayoría se le roba directamente al impositor, seguirán ganando. Increíble pero cierto. Un autor desconocido decía, que los políticos cometen las tropelías que los ciudadanos les permitimos; debajo del asfalto siguen estando los adoquines (pavés).

---

A IU, o como quiera llamarse, después de pasarles por la izquierda unos campados, que solo tenían en su momento, el don de la palabra y las ideas del pueblo y de las situaciones, finalmente y como cabría esperar han sido pantagruélicamente engullidos por ellos. Y a no existe, ni para los desconsolados “socialistas”, que huimos, o nos autoexpulsamos de nuestros orígenes.

 

Los del C,s, en su deseo de considerarse una derecha de renovación, pero derecha, tienen la certeza de que, no puede ser que un personaje, tan impresentable, afásico, displicente, y con cara de lo que es, pueda ser el líder de la derecha. Al final, me dan las neuronas que se agarraran de la mano y pasearan en un arrullo de camisas azules.

He dejado al que dicen, también las encuestas, al partido preferido por los españoles (que no sé qué significa eso). El PXXOE. Las XX corresponden a acrónimos en desuso por parte de esta organización.

 

Expulsaron o hicieron sentirse mal a los de la primera X, franquiciaron un nombre y una estructura, cambiaron ideales por marketing, escogieron un maniquí demiliotuchi, en vez de un político. Sin ideas (véase reiteración hemerotecas, redundancias en mítines),  vieron las barbas de sus vecinos cortar... y se rieron. Ahora, según las encuestas, también han sido pasados por la izquierda.

Decía bien Inma Carretero en la SER que : "No vamos a asistir al entierro de Pedro Sánchez, vamos a certificar la defunción del PSOE", se temen las voces más catastrofistas que, todavía hoy, se lamentan en privado de no haber asumido desde la noche electoral del 20-D que la aritmética no daba margen para gobernar y que había que quedarse en la oposición para, desde ahí, emprender un proceso interno de renovación que conduciría, según esa hoja de ruta, al relevo de Pedro Sánchez.

 

Ya no se pretende ganar para implantar las medidas de un programa electoral, que ya ni existe. Ni que Rajoy no sea presidente, ni que las políticas sociales estén en primera línea de las prioridades. Y llevándolo a lo más extremo, ni ganar, sino impedir que ganen los que van adelantando por la izquierda; para ello solo necesitan, motivos, ideas, ideales, y por supuesto personas válidas y comprometidas. Y eso va en contra del estilo impuesto. En la cercanía los ejemplos, el arcipreste, el picodoro, el lebrato, la besucona...

 

La degradación se manifiesta, cuando las razones electorales se basan, en “contra los que quieren acabar con todo”, al igual que nos decían, “que vienen los rojos” hace ya mucho, demasiado tiempo.

Pedro Sánchez, ha reconocido este lunes que su "desafío" en las próximas elecciones del 26 de junio es la "movilización" del electorado socialista que está "desanimado" después de estos últimos meses. Todos los pájaros comen trigo y las culpas al gorrión.

“El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan.”Arnold Toynbee