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Garrapatas políticas.
 
 
 
 
 
 
 
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12 de Junio de 2016
"Tenemos que precisar que las garrapatas pueden ser bastante grandes, dentro de un orden, o tan pequeñas que es casi imposible verlas"
Como es costumbre en este humilde desarticulista y para cabreo monumental de mi afamado editor don Pepe Fernández y otras malas hierbas, no pensaba entrar en temas de política nacional ni local ni nada que se le pareciera ya que estamos en campaña electoral.
Antes de comenzar a hablar de semejantes bichejos cuyo nombre creo que es Rhipicephalus Sanguineus. Rogaría al señor ese que se pone nombre de pienso:  “Salvador Salvado”,  que si tiene algún momento para dejar de insultar a troche y moche bajo un pseudónimo de cobardía, que ya se  que es un dechado de sabiduría me corrija si he equivocado el nombre científico.
El pasado 16 de febrero de 2011 escribí un desarticulo con el siguiente título: “El Vallado”,  y de el me quedo con un párrafo que vaticinaba lo que iba a ocurrir en estos tiempos electorales. “En todo vallao que se precie, al igual que ocurre en nuestro vallao electoral, no podía faltar el higo chumbo, era un higo más pobre, lo podemos definir como el higo de izquierdas. Tiene un santo problema dicho fruto, si se le deja que se pase es intragable, tal como ha venido ocurriendo hasta la actualidad, pero también tiene una ventaja, si se le coge algo verde, el fruto es rojo intenso y de agradable sabor. Eso si, también vendrá cargado de pipas electorales.”

Era muy gracioso que en aquel momento yo hablara sobre los tipos de higos de Jatunas y la fauna que pululaba en dicho recinto ecológico. Por desgracia y si nadie hace nada la cochinilla del carmín acabará irremediablemente con dichos reductos y algunos bichejos tienen que buscar oro vallado, eso si un vallado un tanto más digital por los tiempos en que vivimos.
 
El que tenga el placer o el gusto de hojear una enciclopedia de entomología política que para el caso el facebook puede servir de ejemplo, encontrará que las garrapatas se adhieren o pegan a las personas al pasar por sedes de partidos políticos, sindicatos, asociaciones vecinales varias, plataformas salvadoras de todo tipo, etc. Y una vez que se pegan a la persona que visto lo visto tiene que ser de cierta importancia y poder no se despegan de ella ni con agua caliente y comienzan a chupar su sangre que es la sangre de todos nosotros para alimentar su ego y su codicia de poder.
 
Este proceso que me parece que es indoloro y ateniéndonos a que la gran mayoría de las personas que lo sufren, es decir el pueblo, no notan la picadura. hasta que al final nos quedamos más secos que un ajo porro. Y valga la redundancia y visto lo visto el efecto es ya irreversible.
 
En nuestro pueblo vemos como estás garrapatas siguen procreando y se distribuyen por todo tipo de plataformas prometiéndonos que van a salvar el pueblo pero lo único que hacen es como el Cucal,  nacen, crecen, se reproducen y mueren cuando la situación deja de serles interesante.
 
Pongamos un ejemplo: “Se crea la plataforma para la defensa del monumento de Roberto Matta, se infecta, se chupa la sangre de todos los que ilusamente fueron a apoyarlos y como ya no se puede sacar más sangre electoral se abandona a su suerte”
Tenemos que precisar que las garrapatas pueden ser bastante grandes, dentro de un orden, o tan pequeñas que es casi imposible verlas.
Este último caso lo podríamos ejemplificar con esas especie de garrapatillas que se dedican a infectar páginas como. “Sanlúcar por ensuciar” y digo ensuciar porque no puede mejorar es ilógico que todo lo que se haga esté mal hecho, si hay piedras en la playa es que es una escombrera, si se retiran que va a llegar el verano, vamos que están son como aquel desfile militar que la madre decía llorando de emoción: “mira, mira mi niño, es el único que lleva bien el paso”.
 
En conclusión este tipo de garrapata política puede causar una variedad de problemas de salud mental porque lo que es conseguir inducirnos al voto va a ser que no.
Estamos en un tiempo nuevo. Hemos hecho historia política.  Hay que repetir las elecciones. Pues digo yo válgame dios que tenemos que tener cuidado con la nueva proliferación de garrapatas políticas, peligrosísima especie del genero de la garrapata vulgaris que ha puesto su punto de atraque en el sorpasso que se avecina.
 
Naturalmente yo no puedo señalar a nadie como garrapata política pero mis sufridos lectores percibirán muchos casos de esta dañina especie que abandonan sus nidos para agarrarse al sol que más calienta.
Yo me atrevería a comentarle al Señor Pablo Iglesias, líder de Potemos, que tenga cuidado con este tipo de garrapatas, en todas las legislaturas y concretamente en nuestro pueblo han ido saltando de un partido a otro y a todos los han dejado seco, saltan a un cuello jugoso a la menor oportunidad y no le importan dejar el camino lleno de cadáveres.
 
Cuidado Señor Iglesias que la picadura de estas garrapatas provoca la llamada parálisis política y de eso no están ustedes inmunes y también hay que recordar que tal como hicieron con Izquierda Hundida os acabaran chupando toda la sangre electoral.
Contra la plaga de garrapatas políticas que estamos sufriendo estos días  y los que desgraciadamente vendrán, no podemos quedarnos paralizados por miedo o hastío y debemos reaccionar inmediatamente, oponernos al abuso de chupasangre  que pretenden. No tenemos otra solución, la pasividad es la muerte.
 
Bueno corramos ya un tupido velo y que mis sufridos lectores saquen las conclusiones que crean pertinentes ya que toda situación tendrá siempre dos puntos de vista.
Imaginen ustedes la escena a 26 de junio y no quiero ni plantearme las dos escenas, la primera es que todas las encuestas fallen cosa harto probable, la segunda es la incierta, aciertan las encuestas y se produce el sorpasso, esa noche puede llegar a ser la noche de la Amarga Cena, mientras unos festejan la victoria, otros se tiñen de negro. Las garrapatas vuelan ávida a su nuevo destino para poder seguir chupando sangre  pero no cuentan que en un alarde de dignidad Pedro Sánchez saca el garrapatin e inmediatamente dimite, esto puede llegar a ser una catástrofe ya que el sector duro bloquearía todo atisbo de negociación y la indiferencia de la abstención daría el poder al Partido Impopular. Triste destino el de nuestras garrapatillas políticas que han olido la sangre y se han quedado a las puertas de su triunfo.
Y digo yo en ese momento: amigo Pablo no solamente las ratas fueron las que transmitieron la peste bubónica por toda Europa en el Siglo XIV, las garrapatas y no precisamente políticas jugaron un gran papel.
 
 
                                     José Luís Zarazaga Pérez.
 
 
 
 

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