Plan Quitamultas o Rabona Institucionalizada.

 Jose Luis Zarazaga.-El pasado 25 de septiembre de 2007 aparecía en este medio digital, el siguiente titular: “El Ayuntamiento anuncia la creación del plan Quitamultas y del Consejo Local de Tráfico”. Dentro del ámbito de actuación de dicho plan los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 30 años podrían conmutar las sanciones por formación y trabajos en beneficio de la comunidad.

Llegados a este punto, me parece una idea correcta propia del Juez Emilio Calatayud. Es verdad que a veces una actuación de este tipo es más efectiva que una mera sanción económica, que al final queda convertida en un mero objeto recaudatorio olvidando el fin educador que debe de presidir toda medida, digamos que coercitiva.

El problema surge, cuando de una forma que podríamos puntualizar como institucionalizada, surge la rabona.

Nuestro léxico es muy rico en sinónimos, se ejemplifica esta también como hacer la campana, los  novillos, la huyona, la capona, la piarda, etc, etc., pues según parece esto de saltarse, fumarse o chuparse las clases escapándose del colegio es una especie de costumbre o afición universal.

Y se preguntarán todos ustedes: ¿Qué tiene que ver hacer la rabona con el Plan Quitamultas?. Según mi parecer en teoría nada, lo que me parece de cachondeo es que se establezcan trabajos a favor de la comunidad en horario lectivo, es decir en horario escolar, vamos que para institucionalizar un plan de formación los sacamos del colegio y nos quedamos tan panchos.

Todo esto viene a cuento por haber observado como varios chavales adscritos a dicho plan comentaban con algarabía y risas como se habían librado de la multa y encima de dos días de clase. No tengo ni idea lo que le habrán contado a los encargados de tráfico, pero en esta semana, que yo sepa, si hay colegio.

Comprendo que nuestro Delegado de Tráfico no va a estar pendiente de todas y cada una de las actuaciones que se pongan en marcha dentro del citado plan, pero lo que no es de recibo, es que haya descoordinación con respecto a un tema tan fundamental como es la educación de nuestros jóvenes, bien nos decía Quevedo que este es un país de picaros y a la hora de saltarnos alguna norma somos los primeros.

En Roma pusieron en marcha un proyecto experimental de control que avisara a los padres de las faltas de sus hijos a través de menajes SMS. Yo no se ustedes pero a mi me llega un mensaje diciéndome “su hijo ha faltado a clases por asistencia al Plan Quitamultas” y lo que se me ocurre es pensar que esto es la República Bananera de Malibú.

Para finalizar es muy curioso comprobar como la locución hacer la rabona tiene un marcado carácter territorial. En Cataluña se dice hacer campana, en Madrid hacer pellas, en Extremadura hacer monta o hacer capona, en Argentina hacerse la rata o hacerse la yuta, en Canarias hacerse la huyona o pegarse la huyona, en México irse de pinta, en Andalucía hacer novillos o hacerse una piarda y por último en Sanlúcar la que más me gusta “hacerse un plan Quitamultas”.

Al final lo conseguiremos, con estas medidas vamos a instaurar en Sanlúcar la  República,  pero la República del Cachondeo.