Cuando en el próximo comité federal convengáis la investidura del exjefe de Bárcenas, por vía de la ignominiosa y cobarde 'neutralidad', habrá tantos huesos removiéndose en las cunetas que no se podrán contar.
"Usted ganó las elecciones, pero yo gané el conteo". Anastasio Somoza, dictador nicaragüense.
Al-Hakam Morilla Rodríguez.-Fecha de un oprobio imborrable. La democracia sin formas no vale nada. Sábado uno de octubre, día del Putsch de la paella del IBEX 35 y PRISA en Ferraz, ¡Qué mejor lugar para oficiar la agonía de un partido de ciento treinta y siete años de historia que el preciso sitio de la muerte de su fundador, Pablo Iglesias Posse!
¿Sobrevoló lleno de ira, de desprecio, el espíritu de aquel inmortal tipógrafo gallego en la actual sede donde exhaló su último aliento? ¿Vieron tantos caídos por la causa de la Dignidad obrera, de la Democracia, de la Libertad, desde hace siglos, todo ese cúmulo de hipocresía, de cinismo, para hacerse con el poder a cualquier precio?
Recordadlo, títeres partidocráticos esclavos de la codicia. Cuando en el próximo comité federal convengáis la investidura del exjefe de Bárcenas, por vía de la ignominiosa y cobarde 'neutralidad', habrá tantos huesos removiéndose en las cunetas que no se podrán contar.
No finjáis olvidadlo, presos de vuestra soberbia, Los caídos ante los pelotones de fusilamiento en la causa del socialismo saben de la traición a su Memoria. Os contemplan con la misma fija última mirada con la que observaron a sus verdugos. El hirviente flujo carmesí derramado salpica a los traidores dejándoles un estigma indeleble. Abrasa la piel.
Tenedlo presente, aquellos masacrados por los condiciones infrahumanas, en las cárceles del Terror, todos los torturados en la ominosas mazmorras os buscan en atroces pesadillas. Os maldicen con aullidos de dolor interminables. La vileza de investir al corrupto caudillaje de los clerical-franquistas os perseguirá. Siempre.
No pueden más, exhaustos en los campos de concentración. En los batallones de trabajos forzados. Presienten vuestras defecciones. Infelices víctimas. Noble sangre de la sangre de vendidos. Claman Justicia. Y sólo oyen vuestras risas en los banquetes. Brisa acariciadora de los Pueblos de la vieja piel de toro, susúrrales una nana. Aterido está su corazón.
Madres humilladas. Hambre de los niños. Frío inextinguible. Marginación social de los desposeídos. Ancianos moribundos. Éxodo de la emigración. Refugiados despreciados, Inducidas guerras. Racismo. Caudal sin fin de lágrimas. Vuestros descendientes se arrodillan ante los herederos de la barbarie. Un clamor sordo, aterrador, parte las piedras. ¿Aniquilaron ya todos los sueños?
Abstención. Proclama que acuchilla por la espalda. Bala del tiro de gracia. Llanto inconsolable de tantas infancias deshechas. Golpe de la culata del fascio redentor. Cráneos rotos. Fosas comunes. Anónimas. Pira inquisitorial. Miseria. Olvido. Tiempo de sumisión, de obediencia.
