Sonrojados, vilipendiados y humillados por todos, los diputados del PSOE, con la honrosa excepción de 15 disidentes,  entregan el gobierno de España a la corrupción y  los recortes sociales a los más débiles

Pepe Fernández.-El PSOE ha escenificado el canto del cisne con su apoyo abstencionista al Partido Popular y mirando hacia otro lado revalida a los mismos a los que juraron que nunca votarían facilitándoles así el gobierno de la nación.

El golpe de mano que burló  la democracia y rompió a la seudo, ahora más, formación de izquierdas,  para eliminar políticamente al líder que se comprometió a respetar el mandato de las bases depositado en una urna, acerca un poco más, si cabe, al abismo al centenario partido, también salpicado por la corrupción en un cortijo autonómico socialista, que con el miedo a que se cumplan los peores augurios en una terceras elecciones ha doblegado la cerviz cual junco ante el embate de las políticas más reaccionarias y neoliberales de los gobiernos conservadores  pretéritos y  recientes.

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La vehemencia de Pablo Iglesias, el sosiego de Rufián y la hemeroteca histórica de Óskar Matute no solo han conseguido sacar de sus casillas a la mayoría de diputados socialistas; las intervenciones de los tres representantes a la izquierda del PSOE obligaron al ensoberbecido señor Hernando, en un gesto nada respetuoso, ignorar en sus intervenciones a los mencionados  portavoces de la izquierda desviando su mirada a un lugar perdido del Congreso.

El Portavoz a quien cupo el honor de defender  la abstención como mal menor por el bien de España, nos vendía hasta hace poco el posicionamiento del No es No de su compañero Pedro Sánchez, temeroso él y el resto de abstencionistas que alguien vuelva a repetir en su partido que “quien se mueva no sale en la foto”.

 

El rescoldo de dignidad representado por 15 diputados que votaron NO  aún sigue vivo en este partido que ya prepara su particular lucha interna para asaltar el poder eligiendo a su nuevo secretario general  y a la que está llamado Pedro Sánchez que se ha postulado para ello. El tempo de la ambiciosa Susana Díaz ha puesto su reloj en marcha y su amor por Andalucía se desvanecerá en cuanto tenga la oportunidad de tocar pelo en Madrid, algo a lo que los sanluqueños ya vivimos con la ínclita Irene García hoy presidenta de la Diputación.

 

La incógnita es saber que precio ha tenido que pagar el PSOE, cuánto ha costado la abstención del PSOE para que Mariano Rajoy en su discurso afirmara taxativamente que no cambiará las Leyes que han conseguido, según él, el crecimiento económico y la creación de empleo.

 

El deslizamiento del rojo al azul de quienes han ignorado el sufrimiento de millones de españoles rematándoles la esperanza, con su abstención, solo puede entenderse con este bello  poema del poeta malagueño “Germinal” que hace de la dignidad un inexpugnable bastión en la firmeza de las convinciones políticas traicionadas ayer en la investidura de Mariano Rajoy .

 

No quiero ser como el junco que doblega su cerviz

con lacayo servilismo ante el embate del viento

y sumiso besa el fango si el huracán se lo ordena

Quiero ser como la encina resistiendo con pie firme

sus avalanchas furiosas

y si al cabo por más fuerte me desgaja de la tierra

al menos sucumbiré luchando por mis raíces

 

Diego Sánchez “Germinal”