El Psoe se presta a la desmovilización de los ciudadanos
Fernando Cabral.-En su día, en una vergonzante reunión con Rajoy, los secretarios nacionales de CC.OO. y UGT se prestaron por acción u omisión a una desmovilización de las llamadas marchas de la dignidad protagonizadas por un sin fin de organizaciones y colectivos sociales progresistas de la izquierda real, que fueron apoyadas también por IU y Podemos.
Ahora, ambas organizaciones sindicales han probado su misma medicina, al llegar el PP a un acuerdo con el PSOE para subir un 8% el SMI, después de que el PP anunciara tras reunirse con CC.OO y UGT que no va a salirse del marco presupuestario (recortes) que permitirá a España cumplir con el objetivo de déficit y que no va a "liquidar" las reformas realizadas en su mandato, como la laboral o la de pensiones. Lo que hizo a las citadas centrales sindicales anunciar movilizaciones para este mes de diciembre.
El acuerdo llegado con el PSOE, además de servir de desmovilización y de dejar patente un nuevo ninguneo de Rajoy a los sindicatos, sirve para darle a un PSOE, en horas muy bajas, un respiro político y social para poder justificar su abstención que hizo presidente a Rajoy, que el PP se lo cobrará exigiendo el apoyo socialista al techo de gasto que garantizará los recortes que exige la UE para poder cumplir con el déficit.
Rajoy gobernando en minoría, esta sabiendo utilizar las debilidades políticas y sociales de unos y otros para sacar sus políticas hacia adelante sin desgaste ni presión política ni social alguno.
Hay razones de sobra para que las movilizaciones previstas en diciembre sean un éxito de contestación social, al margen de la necesidades de los sindicatos de reivindicarse y recuperar el espacio social pedido, principalmente por sus propios errores, y del monumental enfado de sus lideres nacionales por el ninguneo. Por otro lado, no debemos permitir que el partido socialista nos haga pagar sus urgencias políticas y sus líos internos mediante propuestas que no garantizan salir de la precariedad económica ni social.
