El caso de Racing Engineering es paradigmático del desastre que el PSOE de Víctor Mora que ha creado en materia de infraestructuras en la ciudad durante los 9 años de gobierno, acompañado en gran parte por Ciudadanos de Elena Sumariva. Racing Engineering tiene que tener distribuida su actividad hasta en cinco naves en distintos polígonos industriales de la ciudad, lo que, en opinión del propietario de la escudería, les impide trabajar en proyectos unificadores.

Por otra parte, es lastimoso la situación de abandono en que se encuentran, por llamarlos de alguna forma, los polígonos industriales locales, en los que es milagroso que los empresarios y emprendedores subsistan ante la descomunal falta de condiciones para poder, no ya para desarrollar y expandir sus negocios, sino de mantenerlos.

Sanlúcar podría tener y debería tener un verdadero polígono industrial con las infraestructuras necesarias para que nuestras empresas y las que vengan de fuera encuentren las condiciones necesarias para poder desarrollar sus proyectos con la consiguiente creación de empleo y riqueza en la ciudad, que tanta falta hace. Pero la dejadez, desinterés y dejación de sus obligaciones por parte del alcalde y compañía, hacen que las empresas se quieran ir y que ninguna otra quiera instalarse en la ciudad.

Sin embargo, el alcalde al frente de su equipo de gobierno se dedican a hacer oposición a la oposición, sobre todo si de IU se trata, en vez de buscar las inversiones necesarias para sacar a la ciudad del pozo del paro y la pobreza en la que se encuentra. Su preocupación no va mas allá de cobrar su nómina todos los meses, saliendo del despacho de alcaldía solo para hacerse la oportuna foto y salir corriendo.

Ante la cada vez más evidente consecuencias sociales y económicas del narcotráfico en la ciudad, de las que algunos medios de comunicación nacionales se vienen haciendo eco últimamente, el alcalde no ha mostrado preocupación alguna al respecto, pues en el caso de la marcha de empresas a otras localidades, porque aquí no encuentra las condiciones necesarias para desarrollar sus proyectos, tampoco podremos esperar la más mínima ni reacción de preocupación al respecto.

Desidia, incompetencia e inhibición ante los problemas importantes de la ciudad forman un coctel que resume muy bien lo que supone la gestión municipal de Víctor Mora y compañía.