"Nadie sabe dónde, cómo ni cuando algún terrorista volverá a cometer una masacre que se lleve por delante la vida de inocentes."
SD.-Desde el pasado 14 de julio de 2016 en Niza, fiesta nacional francesa, y los consecutivos en mercado navideño en Berlín o los más cercano en Barcelona, los actos terroristas siguen presentes en nuestras vidas cotidianas y sus consecuencias son visibles así como la omnipresente seguridad que la mayoría de países europeos acometen a través de sus respectivas alertas antiterrorista (AAT).
Ayer. dos muertos y varios heridos, algunos de gravedad, en nuestro país vecino, vuelven a recordarnos que la amenaza persiste y hasta estos momentos en los que escribimos esta editorial, el Ministerio Interior mantiene el nivel 4 como muestra la foto de la Web gubernamental (
http://www.interior.gob.es/prensa/nivel-alerta-antiterrorista)
Si bien las pérdidas humanas que sufrió ayer Francia han sido con arma de fuego, los atentados de Niza, Barcelona o Berlín se realizaron con vehículos de distintas cilindradas o capacidad, furgonetas o camiones, lo que obligó a muchas ciudades a blindar sus lugares más concurridos en acontecimientos locales o nacionales para evitar la entrada de estos vehículos en las zonas de alto riesgo.
Nadie sabe dónde, cómo ni cuando algún terrorista volverá a cometer una masacre que se lleve por delante la vida de inocentes. ¿Está Sanlúcar invisible para evitar una acción criminal de esa envergadura en las zonas de más aglomeración y dispone de obstáculos físicos que impidan la libre circulación criminal comandada desde el volante de algún vehículo a motor? Rotundamente NO.
En su momento, acto seguido a los anteriores antentados producidos en los tres países, se mitigaron las posibles consecuencias y se ejecutaron medidas disuasorias para dificultar cualquier tipo de acción encaminada a asesinar ciudadanos en nombre de unos preceptos religiosos alejados de los que practican otras personas pero distorsionados por el fanatismo supremacista religioso de los que quieren imponer sus teocráticas soflamas en países democráticos aunque hayan nacidos en ellos.
Además de sufrir el vandalismo y robo de sus flores, como
denunciaba SD, hemos comprobado
in situ la pasada noche, que la primera finalidad de estos pesados maceteros no fue otra que la protección de las calles donde se ubican pero que, sin embargo, hoy la potencial y disuasoria utilidad de estos artefactos ornamentales para protegernos han dejado de serlo, separándolos, arrinconándolos y casi desapareciendo de los lugares originarios en los que el ayuntamiento los colocó por lo que nos preguntamos las razones por las que el consistorio o particulares han relegado estos grandes tiestos por las mismas razones que hicieron desaparecer muchos bancos metálicos de la calle Ancha, cuando no árboles, que dificultaban la vista, exposición o espacio para proteger sus intereses particulares. En ninguna de las ocasiones, el ayuntamiento ha hecho nada para revertir la situación porque probablemente antepongan la mejora de la desastrosa y deteriorada movilidad en el centro de la ciudad y no “molestar” a nadie olvidándose además de la seguridad en estos bulliciosos días.
Por si fuera poco,los comerciantes y partidos políticos, IU, Cs o PP denuncian el incremento de las actividades delictivas, robos, en las zonas principales de la ciudad haciendo el trabajo de los que tampoco quieren molestar a los que desde la Cuesta de Belén les tienden alfombra roja para su entrada en su interminable lista clientelar que les asegure un puñado de votos.
