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Asombro y decepción de un balance electoral
 
 
 
 
 
 
 
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12 de Diciembre de 2018
Así no podemos
El viejo del Asilo.-Leo con asombro y no con poca decepción, el balance que Podemos Sanlúcar hace en SD de los resultados electorales. Con asombro y decepción porque no hacen públicamente ni la menor autocritica y se limitan a culpabilizar de la abstención y del auge de la extrema derecha al resto de los partidos y a la banca. Lo primero que deberían asumir, de cara a buscar soluciones, es que Podemos ha perdido la capacidad de ilusionar a gran parte de su electorado, esa ilusión que germinó con el 15M y que, poco a poco, se ha difuminado por el camino. El desengaño ha sido grande y ello, a mi juicio, se debe en parte a que Podemos ha cometido muchas de las torpezas e incoherencias propias de un partido tradicional de izquierdas. Y hablando de partidos tradicionales de izquierda, la primera equivocación fue abrazarse a IU, ese proyecto político ya casi testimonial que va quemando candidatos y se va apagando en una lenta agonía.
Unirse innecesariamente a IU fue un error, dado que mucha gente que anhelaban nuevos aires y nuevas ideas, dejó de votar a Podemos por considerar que se equiparaba a ese lastre acartonado y perdedor, identificándolo con él, y por otra parte, muchos militantes comunistas, y no solo de la vieja guardia, no los votan o se abstienen porque siguen sin digerir eso de encubrir o mezclar sus siglas con otro – que encima lleva la voz cantante - y porque consideran a Podemos como los intrusos enterados que han irrumpido, sin un bagaje histórico de lucha, en un campo que consideran les pertenece. Sí, Podemos Sanlúcar debería de hacer un poco de autocrítica. Podemos en las elecciones generales de 2015 sacó un techo de cinco millones de votos, algo menos que el PSOE y cinco veces más que IU. En 2016 la denominada confluencia, el nuevo UNIDOS PODEMOS, ya pierde un millón de votos pese a la coalición. En las elecciones autonómicas de 2015, PODEMOS se hace a la primera con 15 diputados e IU, con 5. En 2018, con ADELANTE ANDALUCIA, es decir, la alianza de PODEMOS e IU, pierden tres escaños y casi 300.000 votos. Eso, por un lado, por otro, Podemos nació como un partido de “los de abajo contra los de arriba”, no solo era un proyecto político, sino una sensibilidad colectiva, una alternativa entusiasta y no ha sabido conformarla ni conducirla, como tampoco ha sabido canalizar el hartazgo y el descontento generalizado en Andalucía. ¿Y a dónde ha ido a parar buena parte de este descontento? A la abstención – a donde han vuelto muchos de los votantes potenciales de Podemos, los más politizados y culturalmente preparados - y también a CIUDADANOS, esa especie de rueda de recambio de la derecha y, claro, a la extrema derecha. En el éxito de VOX - no es un voto completamente facha, no se equivoquen, es sobre todo un voto desideologizado, un voto de castigo contra los partidos, incluido Podemos - no hay que buscar culpables únicamente en la incompetencia y corrupción del PSOE o en el IBEX 35. Podemos le ha dado la espalda a la calle, se ha convertido en un espacio con tufo a cerrado, se ha dejado asimilar y enredar por el sistema, de un dia para otro la tienda de campaña del 15M se convirtió, para asombro de todos, en un chalet de 600.000 euros, se enfrascaron a cara de perro en disputas internas – por cierto, a estas alturas los Anticapitalistas están más fuera que dentro – sacando los trapos sucios en todas las televisiones, algo inconcebible, en el supuesto antipartido hubo tal navajeo - o conmigo o contra mí - que concluyó con dimisiones y con gente muy válida que se apartó o fue apartada del proyecto primario y con el inevitable personalismo e hiperliderazgo de un Pablo Iglesias al que la sociedad no traga, es decir, como toda formación política tradicional que se precie, es decir, bienvenidos a la casta. Podemos no ha sabido asumir riesgos, no ha sabido llegar a los más desprotegidos, a los despolitizados, a la gente de la calle a la que explicar de forma sencilla un programa cercano, serio y convincente que solucione los problemas y las carencias de nuestra sociedad. No se puede ganar unas elecciones y aspirar al poder únicamente con los votos de los inscritos y simpatizantes aunque ya, incluso muchos de estos últimos, sobre todo gente joven, piensan “ya no nos representa”. Podemos debe cambiar y evolucionar con valentía por su cuenta, reafirmándose a la vez, algo nada fácil, en sus orígenes o acabará como un proyecto muerto. Quizás ya sea tarde, quizás la solución sea apostar por un municipalismo que dé ejemplo, autónomo, audaz y transformador, que realmente baje a la arena y no entre al trapo en discusiones estériles o asuntos desviacionistas ni se enclaustre en el parlamento andaluz o el congreso. Eso o ir perdiendo elecciones, una tras otra, hasta convertirse, en el mejor de los casos, en una muleta del PSOE o diluirse sermoneando. En Andalucía se ha perdido una oportunidad histórica – con un PSOE noqueado - que no volverá a repetirse, pero en otros lugares, para próximas elecciones, la debacle puede ser mayor. Es, a mi entender, así de real y así de triste.
 
Bajo el seudónimo de "El viejo del Asilo" está el nombre de un/a colaborador/a de SD cuya filiciación es reconocida por esta web.
 
 
 
 

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