¿Pmus?

José Luis Zarazaga Perez.-Hoy este  humilde desarticulista quiere comenzar su diatriba mostrando su  más firme apoyo a todas aquellas mujeres que por desgracia han sufrido o tienen que sufrir la terrible lacra de la violencia de género.  “No es no”.

Saliendo de tan preocupante tema, hoy me he fijado en una nueva palabra que creo que no figura en la RAE pero si que está en boca de nuestros queridos políticos que nos desgobiernan: “Pmus”, y digo yo que es el tan debatido Pmus. Nuestros grandilocuentes gobernantes y todos aquellos que se apuntan al carro de la modernidad lo definen como Plan de movilidad urbana sostenible. Y digo yo: ¿en Sanlúcar se podría aplicar un plan de movilidad urbana sostenible?, si ejecutáramos en Sanlúcar un estudio serio, no la patraña de encuesta que se nos presenta, creo que el resultado se definiría por la frase: Una p..a como una olla” 

 

Es muy cierto que el tema de la movilidad urbana sostenible nunca ha estado en la mente de nuestros gobernantes y mucho menos e los colectivos salvapatrias que pululan por nuestra localidad y que solo hacen acto de presencia para salir en la foto de turno. Podemos ejemplificar con el famoso colectivo que iba a traer a Sanlúcar el progreso en forma de Puerto Deportivo, me meo ante tanto engañabobos y chiripitiflauticos del tres al cuarto. 

 

Sanlúcar se ha convertido, por gracia y obra de la Gerencia Municipal de Urbanismo, en un lugar hostil para el peatón, entiéndase todos aquellos y aquellas que nos desplazamos en el Tren de San Fernando, un rato a pie y otro andando. A la situación del uso del vehículo privado como método de transporte habría que unir la proliferación de mesas y veladores ocupando el poco espacio peatonal del que dispone nuestra localidad. Enmendase: “Plaza del Cabildo, San Roque y Calles Aledañas” 

 

Hace ya bastante  tiempo, tato que ya ni nos acordamos,  nuestro Equipo de desgobierno nos vendía que Sanlúcar se había unido a la iniciativa “Ciudad Amable”. Era un proyecto y que conste que lo digo en pasado, que tenía por finalidad un modelo urbanístico que debería de generar lugares de encuentro, que buscaría el mejorar la calidad ambiental y que por último fomentaría la presencia de los ciudadanos en la calle, (esto último obviamente sin contar con la situación de alarma y confinamiento que estamos viviendo).

 

En teoría se podría definir como un proyecto de ciudad bastante interesante, pero visto el escaso interés que siempre ha demostrado nuestra Gerencia de Urbanismo, ciertamente solamente es papel mojado y ante la pregunta: ¿se aplicará dicho programa de Ciudad amable en sanlúcar?, la respuesta lógicamente es: “Una P..a como una olla”

 

La idea del Pmus como continuación del concepto de Ciudad Amable no es mala, el problema surgirá con el tema de la participación ciudadana y no digo que no sea necesario  que si que lo es, sino porque Sanlúcar a nivel social es como el Salón de Plenos, unos el si por el si y el otro con tal de llevar la contraría el no por el no.

 

¿Quién le pone el cascabel al gato? Hay que tener presente que un Pmus bien organizado deberá de basarse en intervenciones que conduzcan a la creación de islas ambientales, espacios habitables y vías sostenibles como primera fase, en una segunda fase habrá que dinamizar el entorno y  mejorar la calidad ambiental y por último habilitar vías sostenibles.

 

En Sanlúcar la instauración de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible es una quimera pero no por que el Equipo de Desgobierno no quiera aplicarlo o porque no haya recursos económicos suficientes. La culpa de que Sanlúcar no pueda ponerlo nunca en marcha la tiene el ciudadano de a pie, entre los que me incluyo, ya que no reclamamos nuestros derechos y no tenemos ni tendremos nunca una visión de nuestra ciudad como un espacio de todos y para todos.

“¡El Homo Sapiens camina!,. Una persona que no lo hace está incompleta. La OMS recomienda que las ciudades sean transitables. La falta de ejercicio es uno de los mayores problemas de salud en el mundo, mayor que el tabaco hace dos décadas, caminar es sostenible en todos los sentidos. El coche tiene los días contados en la ciudad”.           

     (Jan Gehl)