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03 de Diciembre de 2020 |
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Me encantaría fusilar a 26 millones de hijos de puta, pero la espalda me está matando
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Militares retirados lanzan proclamas franquistas y amenazas de muerte en un chat, aunque luego se achantan y dicen que sólo es lenguaje coloquial o que les han robado el móvil
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¡Ruido de sables!, decían en los ochenta. ¡Malestar en los cuarteles!, titulaban los periódicos. El rey Juan Carlos recibía en la Zarzuela a militares descontentos con la marcha del país y comunicaba a personas de su confianza lo harto que estaba de Adolfo Suárez (esa es la parte que discretamente se omite de las versiones oficiales de la Transición).
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El presidente de EFE entonces, Luis María Ansón, convertía el comedor de la agencia en el centro de las conspiraciones –políticas, eso sí– contra el Gobierno. Leer más...
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