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Ellos, fueron Ellos
 
 
 
 
 
 
 
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07 de Diciembre de 2008

La historia de nuestras derrotas y el anhelo de nuestras victorias. No son cuentos de hadas. Las hadas no existen. Sólo tú y yo existimos. Sólo Nosotros y Ellos. «¿Quién mató al conejo de terciopelo?»

Andrés Devesa.-Ellos, fueron Ellos: los gusanos refunfuñantes. Le atacaron mientras dormía. Mordieron su cálida y tierna carne con sus bocas repletas de oxidados clavos. Ñasca, ñasca, ñasca. De sus heridas brotó un vino dulce que los gusanos bebieron hasta emborracharse. Satisfechos, volvieron cantando a su agujero, a las profundidades de la caverna de lo Posible.

«¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué lo hicieron?»

Para cortar de raíz la posibilidad de lo Imposible. El conejo de terciopelo se había enamorado de una gotita de agua de lluvia. Se pasaba las tardes rondándola. La acariciaba con su nariz de azabache. Una tarde contempló su reflejo en la curva superficie de la gotita y de sus ojos brotaron dos lágrimas que descendieron por sus suaves mejillas hasta caer sobre la pequeña gotita de agua, fecundándola con alevosía. ¡Jamás se vio algo parecido! “¡Imposible!”, rugió el señor de lo Posible y mandó a sus gusanos a eliminar al hereje. Así fue, tal y como lo cuento.

«¿Y qué pasó con la gotita de agua?»

La gotita pudo escabullirse y fue a refugiarse en el océano de la Memoria, junto a la playa de las Batallas Perdidas. Allí dio a luz a dos mellizos: una libélula con rojas alas de fuego y un potrillo de abisales ojos negros y dagas en sus crines. La gotita decidió llamarles AMOR y REVOLUCIÓN y, antes de diluirse en el todo y la nada de la indiferencia, les hizo jurar que vengarían a su padre. Desde entonces, sólo esperan su momento, agazapados en su solitario destierro. Esperan y esperan el día de la venganza.

«¡Qué hermoso cuento de hadas!»

No. No te equivoques. No se trata de un cuento de hadas. Ésta es una historia real. Tan real como tú y como yo, tan real como las ilusiones que nos sobreviven. Es parte de la historia de la lucha entre lo Posible y lo Imposible. La historia de nuestros sueños y miedos. La historia de nuestras derrotas y el anhelo de nuestras victorias. No son cuentos de hadas. Las hadas no existen. Sólo tú y yo existimos. Sólo Nosotros y Ellos.

 
 
 
 

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