"Es del todo inútil que penséis que vamos a creernos que actuáis por el bien de nuestro pueblo" José Luis Zarazaga Pérez.-Si repasamos las páginas que conforman toda nuestra vida encontraremos frases, anécdotas y comentarios que han marcado nuestra historia reciente. Espero que me permitan ustedes que haga uso de la memoria y nos reconciliemos con nuestro pasado: “En 1936 nuestra sociedad asistió posiblemente a uno de los duelos dialécticos más singulares de un conflicto fratricida, por fin felizmente superado. Dicho suceso ocurrió el 12 de octubre de tan nefasto año, en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, cuyo rector era en aquellos momentos Miguel de Unamuno.
En dicho recinto pronunciaba un discurso patriótico y falto de toda moral el General Legionario Millán Astrai. Los exaltados le vitoreaban, mientras semejante payaso gritaba : “viva la muerte, abajo la inteligencia”, calificando como cáncer de España a El País Vasco y Cataluña. Miguel de Unamuno, como no podía ser menos, al escuchar semejante diatriba, se levantó inmediatamente y gritó: “Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto, venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitareis algo que os falta; razón y derecho en la lucha. Me parece inútil pediros que penséis en España. He dicho”. Tras todo esto, Miguel de Unamuno fue arrestado en su domicilio, falleciendo triste y amargado el último día de 1936. Toda Democracia que se precie produce también sus frases históricas, sin ir más lejos en el día de hoy nos sorprenden dos frases que le dejan a uno el cuerpo helado: “No comparto las formas ni la política del PP de Sanlúcar Actual” (Manuel Ramírez, autoproclamado candidato a la presidencia del partido Popular)”; “Me iré de la Política cuando yo lo decida”, y “Los bufones que dicen cosas por ahí, si piensan que con artimañas han conseguido quitar a Antonio Prats de en medio, se equivocan; si me cesan como Concejal, no abandonaré la política”. (Antonio Prats, presumiblemente inhabilitado en el próximo Pleno Municipal). Le voy a dar la razón a Manuel en algo: “hay que renovar el partido”, pues si debería empezar por el mismo, ya estamos hartos de dinosaurios de la política, o acaso es que no recuerda quien encumbró un gobierno nefasto para Sanlúcar de Barrameda. Han sido ocho años de desastres y de abandono que han llevado a la ruina a nuestro pueblo, y precisamente los dos que crearon dicho problema se intentan agarrar al poder con uñas y dientes. Me viene a la mente en estos momentos, aquella cancioncita que le sacaron a la María José Pelayo con motivo de la moción de censura en Jerez: “Antes muerta que sin silla, que maravilla, que maravilla”. Nuestros políticos no aprenden de sus errores, hay que renovar los partidos por supuesto que si, pero la renovación total se produjo en aquel pasado 27 de mayo. Antonio Prats no debería ser inhabilitado, tenía que haber comprendido que el pueblo no lo respaldaba y lo más sensato era haber dimitido, y haber dejado paso a savia nueva. No para él era necesario agarrarse al poder a toda costa, mantener a su segundo de abordo como una marioneta de trapo y alejarse de la realidad para satisfacer su ego personal, y que conste que no me gusta que se utilice el Poder Judicial para acabar con la vida política. Lo de Manuel Ramírez por otra parte es terrible, todo el mundo puede comprobar y está en los papeles, que su paso de concejal y retirada posterior vino marcado por su nombramiento como Secretario de Alcaldía. Hay que mirar los Boletines Oficiales de la Provincia, para encontrar la asignación económica que llevaba aparejada dicho cargo y era bastante elevada. Nuestros aprendices de políticos que tanto alardean de lo que cobran ciertos asesores, deberían hacer un acto de constricción y no olvidar quién instauró tal política de desmanes económicos en nuestro pueblo. “Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”; como me dé por tirar me van a hacer falta hasta los adoquines de la recién remozada Calle de la Bolsa.. Volviendo a dichos momentos de paz y de gloria, por lo menos para él, todo se veía bien, las arcas municipales no se desangraban, el Consorcio de Bomberos no nos expulsaba, La Seguridad Social no embargaba al Ayuntamiento, Los proveedores estaban contentos y tranquilos ya que cobraban puntualmente, los trabajadores municipales eran unos niños malos ya que cobraban puntualmente y no tenían quejas, etc”. Este señor, y perdón que lo digo como simple ciudadano que indaga en nuestra historia reciente, parece que tiene la memoria demasiado endeble, más vale que tome un poquito de Ginsen, a ver si se le aclaran las ideas y nos dice si la suciedad que tenía el pueblo, todas las calles destrozadas, el desastre urbanístico, y todas las barbaridades que se han cometido en ocho años han sido fruto de mi imaginación. A ve si el equivocado soy yo. Lo siento, soy Ateo y Republicano por la Gracia de Dios, no creo en los mártires y si existen por casualidad, ni Antonio Prats ni Manuel Ramírez creo que alcancen la categoría de santos. Como decían en la época ya pretérita “tanto monta, monta tanto Isabel Como Fernando”. Para finalizar y no extenderme, recordar que fue Antonio Prats el que subió a los Altares de la Política local al Partido Popular, allí recibió la traición de Caín y fue enviado a los infiernos, menos mal que los milagros puede que existan y si no es que no me explico como el pueblo de Sanlúcar resurgió de sus cenizas en ese aciago 27 de mayo: “Este es el templo de la inteligencia y www.sanlucardigital.es es su zumo sacerdote, habéis profanado su sagrado recinto, vencisteis, pero no llegasteis a convencer y he aquí el resultado, os ha faltado razón y verdad. Es del todo inútil que penséis que vamos a creernos que actuáis por el bien de nuestro pueblo”. P.D. : “Le diría a nuestra queridísima alcaldesa que tenga cuidado con su servicio de prensa, mira que publicar la siguiente frase: “La Alcaldesa de Sanlúcar inaugura el Tanatorio de San Nicolás”, que me da un yuyu, eso no lo inauguro yo ni muerto, con perdón.
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