El abandono del barco de Chaves, es el  reflejo de unos de los mayores actos de cobardía, que jamás hayan existido en la democracia de este país.

Después de perpetuarse en Andalucía, deja su región con una tasa de paro impresionante ( uno de cada cuatro parados españoles  es andaluz), y ocupando el furgón de cola en los indicadores económicos más esenciales.“Sí  si Madrid y sin remordimientos” , como dice la canción de un conocido cantante muy de moda ultimamente. Nuestro querido presidente se va  a su retiro dorado, para encargarse de coordinar a las distintas comunidades autónomas.

Una función de coordinación de políticas autonómicas, que poca validez tiene, cuando su compañero Montilla del PSC, ya ha reconocido publicamente que sólo negociará con la nueva Ministra de Economía, dejando de un lado a Chaves, que junto con él se ha llevado a Gaspar Zarrías, compañero de partido desde hace bastante años.

Siempre he entendido que ocupar cargos a nivel nacional, es cuando en otros ámbitos se ha demostrado de una manera fehaciente que se es válido, lo que no entiendo, es cómo una persona cuya imagen estaba muy deteriorada y dejando  una región en la situación en la que la deja, pueda ocupar un cargo a nivel estatal. Lo mismo ha pasado con Magdalena Alvarez, que ha realizado una gestión tan “eficiente” en el Ministerio de Fomento que ahora va en las listas a las elecciones europeas (supongo que será para mandarla lo más lejos posible de responsabilidades nacionales)

¿Y el futuro? Pues parece ser que pinta bastante negro porque el relevo de Chaves es una de sus máximos colaboradores, que a su vez practica políticas ya conocidas por todos los andaluces. Son actuaciones que por otra parte han dejado a Andalucía en una situación complicada, sobre todo en lo que se refiere al número de desempleados, un colectivo que a día de hoy sigue creciendo tal y como reflejó los últimos datos ofrecidos por el Servicio de Empleo. Y después dirá que deja a Andalucía en buenas manos…