Cuando la ley proclama su supremacía frente a la conciencia me parece que estamos en la antesala de la dictadura.

Hace unos días escuchaba con asombro esta afirmación “La ley está por encima de la conciencia”.Lo afirmaba una reconocida diputada que frecuenta las tertulias de TVE. Que esta afirmación se convierta en dogma indiscutible para los gobiernos, se llamen progresistas o conservadores, me echa a temblar, porque así todo es posible y justificable: la quema de herejes, el fusilamiento de los rebeldes, la lapidación de las adulteras, el exterminio en los campos nazis....Y remontándonos a la mitología griega, Antígona deja de ser la heroína que levanta la bandera de la libertad de las conciencias, frente a las leyes tiránicas del rey.

Una democracia que camina por estos atajos para hacer efectivas sus leyes, está minando los propios cimientos de la democracia. Más que condenar como enemiga, la libertad de las conciencias frente a la ley, la democracia debería alimentarlas y respetarlas como garantía y semilla de una democracia que permanente se renueva y redescubre su verdadero fundamento. ¿Nos hemos olvidados ya de que eran leyes del Estado, (que algunos pensábamos que no se debían obedecer)- las que nos prohibían en el régimen anterior: la libertad de reunion, expresar ciertas opiniones, actuar en favor de las causas  justas...?

Es una falacia argumentar que ahora la ley representa la mayoría, porque ni es verdad numéricamente, ni la mayoría es la fuente de la verdad, porque entonces habría que justificar todos los crímenes antes recordados que se cometieron con la aprobación de la mayoría. Frente a las leyes, por

sagradas que parezcan, sigo apostando por la libertad de las conciencias que buscan, con sinceridad, lo que respeta más la vida y dignidad de las personas.

Manuel Gaitero Rosado D.N.I. 31448252f