Horas y horas de explosiones, con intervalos de dos o tres minutos, es una tortura a la que no debería someterse a nadie, pero que estos señores amparados en el anonimato y en la desidia de quienes deberían de impedirlo siguen ejerciendo con especial sadismo.Pepe Fernández.-No es de recibo que estos grupúsculos sigan utilizando la tradición para avasallar con sus estruendos y sus vatios verbeneros a todos los que viven a su alrededor y no quieren ser participes de sus sacras representaciones, que nadan tiene que ver con la verdadera fe, por lo que la gran mayoría de las manifestaciones populares religiosas en Sanlúcar siguen siendo el espejo en el que nadie debería mirarse.
Desde primeras horas de la mañana de ayer 16 de Juliio festividad de Ntra. Sra. del Carmen, los seguidores u organizadores de estos eventos pseudo religiosos marianos "alegran" la mañana con sus explosiones a discreción para gritar ¿ al mundo? que están allí, y eso lo saben bien los vecinos de Bonanza, Barriada de los Marineros, Los Llanos, Algaida o Martín Miguel, conocedores y sufridores de estos desmanes medioambientales que atentan contra la salud y la violación de domicilio. Y, es que éramos pocos y parió la abuela, o lo que es lo mismo Santa Ana, que a falta de una Virgen del Carmen, a nosotros los sanluqueños nos da dos y de esa manera rivalizar en despropósitos. Particularmente contentos podríamos estar todos por hacer felices a aquellos que de buena fe disfrutan del amor en Cristo o en María, incluso con verbenas en sus barrios, porque la religión, no es ni debe ser, en palabras del colaborador de Sanlúcar digital, Gallardoski, "hombres barbudos de torturadas pústulas y emocionantes cicatrices" Aún a riesgo de equivocarme, ninguno de estos actos está avalados por las ordenanzas municipales en lo referente a la detonación de artificios pirotécnicos y ruido, y es seguro, que menos aún a altas horas de la madrugada rompiendo el descanso de los que hoy deberían de haber ido a trabajar descansados. Horas y horas, con intervalos de dos o tres minutos, de explosiones, es una tortura a la que no debería someterse a nadie, pero que estos señores amparados en el anonimato y en la desidia de quienes deberían de impedirlo siguen ejerciendo con especial sadismo. Si bien es verdad que en la Feria pasada las ordenanzas municipales han sido menos tolerantes con los decibelios de muchas casetas y con los horarios de cierre, en estas verbenas de barrio, la lasitud para aplicar las leyes medioambientales es manifiesta, tanto en la potencia acústica como el horario de estas actividades. Durante los dos últimos días, la megafonía instalada en lugares varios se ha hecho sentir en dos millas a la redonda a altas horas de la madrugada, obligando a los vecinos a dormir con las ventanas cerradas, con o sin aire acondicionado. Son los que aprovechan las fiestas de la Reina de los Mares y otras, para robarnos nuestras horas de sueño, "Ad Majorem Dei Gloriam" La libertad de culto no es inherente a la falta de respeto y al mantenimiento de una vigilia obligada para los que no queremos o no podemos participar en estos actos, ya que otras obligaciones o nuestro libre albedrío así nos lo aconsejan.Porque cuando se aduce la tradicción para justificar tan injustificada acción, aunque solo afecte a un sólo ciudadano, hay que prohibirla aplicando las ordenanzas municipales. Cuando no dormimos, dificultan nuestras actividades diarias con el continuo y cansino lanzamiento de cohetes cada dos minutos, lo que seguramente elevará a ellos a un estado de levitación o de éxtasis, en contraposición con el daño neuronal que sufrimos los que deseamos de todo corazón que se diviertan con su deidad, cualquiera que esta sea, pero que a los demás nos dejen en paz. El "prójimo" no existe en el vocabulario de esta minoría de cafres camuflados de devotos marianos, por muchos golpes de pecho que se den delante de las policromadas imaginerías. Hora es, que los gobernantes municipales se dejen ya de medias tintas y tomen nota de los problemas que aquejan a muchos ciudadanos producidos por el capricho de unos pocos. En Bajo de Guía ya están calentando motores para la próxima exhibición mariana que irremediablemente nos obligarán a sufrir estos irredentos e irreverentes que pululan bajo los mantos de cualquier Virgen cargados de pólvora. ¿ Hasta cuándo tanta impunidad y permisividad con los que maltratan al medio ambiente y al descanso ajeno.?
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