Dentro del rico acerbo cultural que preside nuestra lengua siempre me ha llamado la atención una expresión que creo que  todo el mundo ha llegado a utilizar alguna vez en sus conversaciones diarias: “esto es Jauja.”

 José Luís Zarazaga Pérez.-Decimos, esto es Jauja con la idea de calificar todo aquello que es abundante, próspero, rico y que se obtiene sin esfuerzo. Mira por donde, ahora ya comprendo porque todo el mundo quiere alcanzar el poder dentro del Ayuntamiento, nuestra queridísima corporación quiere hacernos creer que estamos en el país de Jauja.

Existe una Jauja española ubicada en la provincia de Córdoba, cuna del famoso bandolero José María “El Tempranillo” allá por el 1805. Pero no debió ser lugar de abundancia si sus habitantes se metían a bandoleros. La Jauja de la abundancia hay que buscarla no en Perú como sería lo lógico, sino en Sanlúcar de Barrameda.

Llegados a este punto quiero manifestar una pequeña discrepancia, en la Jauja de Córdoba operaba José María el Tempranillo, en nuestra Jauja local opera José María el Sociolistillo, que se diferencia del anterior en que no lleva trabuco, sino que su mayor arma es pegarnos un próximo tiro con el Impuesto de Bienes Inmuebles, no veáis lo que duele semejante disparo, vamos que va a dejar nuestra economía con más agujeros que un colador.

Volviendo a  nuestra Jauja particular, vemos como  ha sido fundada por nuestra sanluqueña Irene en 2007, como capital de su virreinato de los ilusos, se dice de ella que curaba las enfermedades, que da todos los frutos imaginables y que corren por sus calles ríos de plata, que no de adoquines, que todo el mundo es feliz, que no se pasan necesidades, que no hay paro, que no se suben los impuestos, que la limpieza es extrema, que los parques y jardines abundan, que la playa reluce, que no hay viviendas ilegales  y así un largo etc., y yo sin podérmelo creer nuestro Equipo de Desgobierno ha logrado acabar con lo que era un mito y lo ha llevado a la realidad. Y digo yo: “y un jamón, pero esta vez sin chorreras.”.

Para no extenderme demasiado y no aburrir a mis sufridos lectores, en nuestro Equipo de Desgobierno nos encontramos a nuestro gran dramaturgo Don Antonio Prats con su disertación “Sanlúcar no es de cine, es Jauja”, nos aclara perfectamente dicha cuestión. En dicho relato, que se emite con más capítulos que Lucecitas, en cada uno de los Plenos,

Mendrugo, un pueblo de pocas luces, lleva unos avisos del I .B. I. a su mujer que está indispuesta en su casa. Por el camino se encuentra con dos picaros, que le cuentan que vienen de Jauja, por la idea de que en esta localidad bendita donde vivimos, mana la abundancia y no se van a subir los impuestos, ya que las calles están perfectamente pavimentadas y los servicios que se prestan al ciudadano son inigualables. Tenemos una localidad donde se nos dice que todo se consigue en gran abundancia y de balde… Mientras el infeliz Mendrugo, osease el pueblo,  les escucha embobado, los susodichos  pícaros aprovechan la ocasión para decirle que el I. B. I. no va a subir, que lo que se hará es actualizar el catastro.  

Yo diría que nuestros políticos locales tienen el cielo ganado, ya que rizar el rizo de tal forma supone un esfuerzo extraordinario, ya lo decía Abraham Lincoln: Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.” En Sanlúcar de Jauja nos dicen:Sanlúcar deliciosa, y tanto,
que allí ninguna persona
puede aplicarse al trabajo,
y al que trabaja le dan
doscientos azotes agrios.

En fin, todo es fruto de la fantasía, pero si llegara a ser realidad: ¿a quien creéis que habría que darle los doscientos azotes agrios? Últimas noticias, según publica este nuestro magnifico medio digital, San Antonio Bendito parece que va a abandonar la Capilla Plenaria, eso si,  no nos deja huérfanos ya que su lugar puede ser ocupado por San Francisco. Yo soy ateo y republicano,  pero me pregunto: ¿y ahora  a quien voy a dirigir mis rogativas? Esto es lo que faltaba para acabar con mis ilusiones, ¡Antonio no nos abandones, que los plenos Municipales van a quedar de lo más aburrido! Lo dicho.