Fiestas que se hurtan al pueblo, ya que es el coto exclusivo de cuatro invitados a la coronación en el castillo y al refrigerio que se pegan los que surcan el Guadalquivir montados en un barquito.José Luís Zarazaga Pérez Siguiendo con las incidencias de este tórrido y horrible mes de agosto, ¡Ay, como decía un compañero, maldito verano que todo lo seca!, tenemos que hablar de una especie que abunda en nuestra localidad, es que Sanlúcar es diferente, ya vemos como en Chipiona en verano tienen a los chipichandal y a los chipiplayas, nuestra localidad no iba a ser menos y tenemos a los que comúnmente denominamos como pijos veraniegos.
A este humilde desarticulista el tema de las tribus urbanas como fundamento de los estudios antropológicos, es que le llama bastante la atención. Se dice que los pijos son una de las tribus urbanas más importantes, mientras que los no pijos opinan que se trata de una secta en honor al mal y el capital. En cualquier caso, la sociedad pija se fundamenta principalmente en presumir de las cosas que se tienen, alardear de las cosas que jamás tendrán, comentar las cosas que a uno le gustaría tener, valorar a los demás de forma proporcional al precio de sus vaqueros made in, Marruecos, hablar con acento pijo, y hablar súper bien y amablemente en la forma que se visten y de como son los que no son pijos. Todo esto viene a cuento, porque en estos días de encierro, que me imagino la que están pasando los trabajadores encerrados en la Iglesia de la O. “Bienaventurados los pobres de espíritu, ya que el Núñez por una vez ha visto llena la Iglesia”, ningún político de estos que nos tienen acostumbrada a la mayor de las demagogias, ha dicho esta boca es mía sobre el gasto superfluo e inútil que se lleva a cabo en estas fechas con el único objetivo de elogiar a dicha tribu urbana. No comparto alguna de las actuaciones de estos señores, sobretodo la de enfrentarse a otro colectivo de trabajadores, pero comprendo perfectamente cual es su situación, que no es otra que una falta total de alternativas laborales. Nuestro Ayuntamiento que se denomina de izquierdas, no puede mantener un gasto tan enorme en fiestas inútiles, que podría ir destinada a mejoras sociales. Entiendo que Manolito Gil no diga esta boca es mía, hasta eso le cansa, ¿pero nuestro amigo Antonio que no clame al cielo?, total mejor meterse con los funcionarios, no vaya a ser que los pijos se enfaden. Hagamos un pequeño repaso de las barbaridades económicas cometidas estos días, y ahora para colmo el mamarracho del Blanco, deja caer la idea de congelar los sueldos, ¡venga crisis otro ataque al consumo interno!. Lo dicho, me informan de que las fiestas del Guadalquivir, vienen a costar unos 50.000 Euros. Fiestas que se hurtan al pueblo, ya que es el coto exclusivo de cuatro invitados a la coronación en el castillo y al refrigerio que se pegan los que surcan el Guadalquivir montados en un barquito. ¡Vaya atractivo turístico, si ni siquiera Telecinco se ha molestado en decir esta boca es mía!, y eso que está pendiente de todas las barbaridades que se cometen en nuestro pueblo. Aquí todo hijo de vecino que quiere lucir a su hija no le pide al ayuntamiento 7000 Euros parta sufragar los gastos de los vestiditos de la ceremonia, huy perdón que al convite fueron invitados los pobres de nuestra localidad, yo diría: ¡y una mierda, con todas las letras!. En estos días pasados nuestro Delegado de Fiestas, nos sorprendía con la grata noticia de que se suspendía la cabalgata, total para el mamarracho a que nos tenían acostumbrados, el asunto es que no se ha suspendido las dos celebraciones con cohetes, no vaya a ser que nuestra nueva reina se quedará sin lucir palmito. Total es un poco de ruido y lo paga el pueblo. Pero bueno ahí no queda todo, hay que ver la poca vergüenza que tienen algunos, hace unos días asistíamos a las amargas lágrimas de los gestores de la Sociedad de Carreras de Caballos; se quejaban del poco apoyo municipal, ya que solo se le subvencionaba con 30.000 Euros, eso si, de la ocupación del espacio público no dicen nada, de cobrar entradas para acceder a un recinto que debe ser de acceso libre, tampoco nada de nada, del bareto que tienen montado dentro, y así un largo etc. Como dirían por aquí: “total lo paga el pueblo con sus impuestos.” Y vuelvo a preguntar ¿Cepsa ,o como se llame ha pagado el importe correspondiente a la instalación de las banderolas?, recordemos que las ordenanzas municipales establecen un cobro por cada banderola que tenga a bien colocar cualquier hijo de vecino. En fin si esto es izquierda que venga Dios y lo vea, como en el Ayuntamiento también hay pijos, que le vamos a hacer, estos tienen bonificación de aparcamiento, ¿y yo que creía que en este mundo todos éramos iguales?. Craso error. No me quiero extender más y solo lanzo una pregunta: ¿si el colectivo de parados se hubiera manifestado en la entrada de pijolandia, que hubiera pasado?, seguro que hubieran obtenido mayor repercusión mediática. ¡Ay! Antonio como se nota que cuando estuviste en el cargo no hiciste nada por acabar con dicha farsa. En fin, finalizar diciendo que los pijos no es una especie a extinguir ya que tienen sus contrapartes en otras partes del mundo, osease que si quieres ver humor de tu país mejor busca a los fresas en México, los chetos en Paraguay, Argentina y Uruguay, los gomelos en Colombia, los cuicos o pelolais en Chile, los pitucos en Perú, los sifrinos en Venezuela, los pipis en Costa Rica, pelucones en el Ecuador, los jevitos en República Dominicana, los yeyés en Panamá, los preppies y valle girls en Estados Unidos, y también los caqueros, en Guatemala. En fin Sanlúcar es diferente, pero no única. .
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