Si no ponemos remedio a tamaña barbarie, en un futuro no muy lejano, al igual que Edmond Dantés, Púsose Gerión  en pie y mirando hacia donde parecía dirigirse lo que quedaba de la Cuesta Belén, divisó en la oscuridad, a cien toesas ante sí, el blanco y arduo mamotreto que se alza como un horrible pedernal en lo que antes era el antiguo Mercado de Abastos.

José Luis Zarazaga.-Antes de comenzar esta pequeña disertación y siempre temiendo de que alguien al ver la foto la tache de tenebrosa, quiero aclarar que se trata de una de las pinturas más afamadas del Barroco Sevillano.  In Ictu Oculi, sugestivo título para una pintura (en un abrir y cerrar de ojos), sugestivo pero en verdad y dejando a un lado que Valdez Leal es uno de los pintores que más ha llegado a impresionarme, denota actualidad y el destino de todas nuestras actuaciones.  

Y se preguntarán ustedes ¿qué tiene que ver semejante cuadro con nuestra localidad?, pues bastantes cosas ya que para comprenderlo hay que ponerse en situación. Podemos comparar la visión que tuvo su autor sobre la muerte causada en pleno siglo XVII por la peste bubónica y la filosofía que la impregnó, con la muerte lenta y agoniosa a que están sometiendo a nuestro patrimonio histórico y la filosofía que la impregna actualmente, concretamente la filosofía del ladrillazo.  

En aquella época se dio una visión fantasmagórica de calles desiertas solo frecuentadas por los salteadores que venían a saquear casas donde no había quedado nadie vivo. Dios nos libre, que en Sanlúcar no hay salteadores, menos mal, en nuestra localidad lo que había y hay son políticos y constructores que trocan unas casas señoriales y cargadas de historia por monísimos Duplex, que todo tiene su mérito.   

Después de los desastres urbanísticos acaecidos en nuestra localidad y los que están por llegar, no es de extrañar que algún autor se vuelva a fijar en lo efímero de la vida y el devastador triunfo de la muerte (la piqueta), durante el Siglo XXI, pues nuestros  políticos contemporáneos lo vieron en vivo y en directo y de esta forma quieren plasmarlo en su próxima obra. ¿Adivinan cual? Se titula “Remodelación del Mercado de Abastos” y más que una obra de Valdez Leal que tendría su encanto va a parecer aquello la obra de Miguel Barceló.  

Comprendo perfectamente que el Mercado de Abastos necesita una reforma urgente, pero se trata de eso de una reforma, no de construir un adefesio de nueva planta.   Desde aquí quiero solidarizarme con Aula Gerión, por la labor que están llevando a cabo y  pedir que no cejen en su empeño, aunque parezca que todo está ya perdido.   Aún me quedan esperanzas de que nuestros políticos locales se dejen aconsejar por gente que entienden y aman a su pueblo y busquen un cambio de rumbo, aún hay tiempo y solo hay que mirar hacia atrás para aprender de los errores cometidos y subsanarlos en la medida de lo posible.    

Lo que Valdes Leal nos dijo con su tenebrosa  “In ictu oculi”, hoy en pleno siglo XXI nos lo dice de una forma mucho mas sensual las Azúcar Moreno "Solo se vive una vez" y de lo que no hay duda  en el Cielo o en el Infierno no hay zonas vips, ni asientos club; no hay nada tan puramente democrático como la muerte. Así que no perdamos el tiempo haciendo el tonto y disfrutemos lo poco o mucho que nos quede, ya que eso es lo único que nos vamos a llevar.  

Solo se vive una vez, pero llegarán generaciones futuras que no comprenderán porque destruimos y acabamos con aquello que hace de Sanlúcar una ciudad tan singular.   Para no extenderme quiero comentar que Frank Lloyd Wright decía lo siguiente: “Ninguna casa debería estar nunca sobre una colina ni sobre nada. Debería ser de la colina. Perteneciente a ella. Colina y casa deberían vivir juntas, cada una feliz de la otra”   Digo yo: “Mercado de Abastos, Historia, Arte y  Arquitectura deberían convivir juntos, cada uno feliz del otro”.     

 Si no ponemos remedio a tamaña barbarie, en un futuro no muy lejano, al igual que Edmond Dantés, Púsose Gerión  en pie y mirando hacia donde parecía dirigirse lo que quedaba de la Cuesta Belén, divisó en la oscuridad, a cien toesas ante sí, el blanco y arduo mamotreto que se alza como un horrible pedernal en lo que antes era el antiguo Mercado de Abastos.   

Esa forma extraña, ese edificio terrorífico, lúgubre, un edificio sin historia, le hizo sentir al distinguirlo, el mismo efecto que el cadalso  produce en el condenado a muerte.   ¡Dios Mio!, exclamó Gerión, ¡El nuevo Mercado de Abastos!, ¿Quién ha podido levantar eso allí?   Solo es una recreación, pero por desgracia creo que será una realidad.      NO A LA DESTRUCCIÓN DE SANLÚCAR.