Los ciudadanos ven a los políticos como un problema más, que solo cuentan con ellos cada cuatro años.Fernando Hernández. La crisis, la corrupción, la confrontación permanente, está produciendo un distanciamiento entre los partidos políticos y los ciudadanos. Estamos situados en el nivel más bajo de valoración de la sociedad sobre la clase política en los más de treinta años de democracia en España, donde los ciudadanos tienen la percepción de que los partidos están más preocupados de sus propios intereses, que de actuar contra los problemas que realmente les preocupan.
Los ciudadanos están viendo a los políticos como un problema más, que solo cuenta con ellos cada cuatro años. Una sociedad madura es aquella que es activa, que se mueve, que es capaz de articularse desde abajo, tener voz propia. Hay que tomar medidas, los partidos políticos y sus dirigentes deben comprender la necesidad de eliminar el distanciamiento entre partidos y ciudadanía y el desprestigio creciente de los políticos. Por eso, es el momento del fomentar más participación, pero empezando por los propios partidos políticos. Tenemos que empezar por abrir las organizaciones políticas a la sociedad civil, introduciendo nuevos canales de participación política a los ciudadanos, a los militantes y a los simpatizantes. El partido que conozco, y al que pertenezco, tiene muchas cosas positivas en este sentido, pero como todo puede mejorarse. Se precisan cambios de actitudes y voluntad política para reforzar la participación interna y el compromiso de los militantes, simpatizantes y ciudadanos. Hay que potenciar el tejido asociativo del entorno de los partidos e introducir medidas para fomentar la participación, mejorando la comunicación vertical y horizontal. Los partidos deben potenciar grupos de reflexión, movimientos de opinión, debates de calado social sobre proyectos fundamentales para la ciudad, creando los órganos necesarios para el mejor aprovechamiento de los recursos humanos de la militancia y la ciudadanía, pero alejados y desvinculados totalmente de los órganos y mecanismos de poder dentro del partido y de las instituciones en las que gobiernan. Hay que potenciar el debate de ideas y de propuestas que ayuden en la toma de decisiones de la dirección y ejercer así una mejor acción política. Los militantes y simpatizantes de los partidos no deben conformarse con arropar y aplaudir a sus dirigentes, sino que tienen y deben participar activamente en la toma de decisiones políticas, apoyando la acción de gobierno, para que esta se sienta respaldada en el momento de tomarlas. Es el partido el que tiene que tomar el pulso a la sociedad civil, trasladando sus preocupaciones y sensibilidades a los que tienen responsabilidades políticas, siempre desde la lealtad y respetando las normas internas de las organizaciones a las que pertenezcan. Los partidos políticos representan a la sociedad y deben ser reflejo de ella, en general, y de sus votantes en particular.
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